Sábado 7 de Octubre de 2017. N.
Sra. Del Rosario
Lucas 1. 26-38
26 En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen que estaba
comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José.
El nombre de la virgen era María. 28 El Ángel entró en su casa y la
saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está
contigo". 29 Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y
se preguntaba qué podía significar ese saludo. 30 Pero el Ángel le
dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 31 Concebirás y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; 32 él será
grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, 33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su
reino no tendrá fin". 34 María dijo al Ángel: "¿Cómo puede
ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". 35 El
Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado
Hijo de Dios. 36
También tu parienta Isabel concibió un
hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en
su sexto mes, 37 porque no hay
nada imposible para Dios". 38
María dijo entonces: "Yo soy la
servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se
alejó.
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Imaginemos que el
Señor nos envía también a nosotros un mensajero que nos saluda como a María.
¡Alégrate! Nos dice … ¿qué sentimos? … Dios quiere nuestra alegría, nuestra
felicidad. … y continúa contándonos que somos favoritos de Dios y que nos
quiere confiar una misión … ¿Qué será? …
se trata de llevar una Buena Noticia … ¿quién necesita una buena noticia? …
¿quién será el objeto de la misión que nos quiere Dios encargar? … pensemos en los enfermos cercanos … en las
personas complicadas, angustiadas, solitarias … El Señor las quiere felices …
¿cómo ayudar nosotros? … ¿en qué? …
¿cómo? … ¿Difícil? … Nada es imposible
para Dios. Vamos, … se puede … nos
ponemos en marcha … Que se haga tu voluntad, Señor. Nosotros somos humildes
servidores de lo que tu quieres para esas personas y para nosotros. … Gracias Señor por confiar en nosotros. … |