Jueves 9 de Noviembre de 2017. Dedicación de la Basílica de S. Juan de Letrán Juan 2. 13-22 13 Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a
Jerusalén 14 y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes,
ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. 15
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y
sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas 16
y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la
casa de mi Padre una casa de comercio". 17 Y sus discípulos
recordaron las palabras de la Escritura:El
celo por tu Casa me consumirá. 18 Entonces los judíos le
preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?". 19
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar".
20 Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis
años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". 21
Pero él se refería al templo de su cuerpo. 22 Por eso, cuando Jesús
resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la
Escritura y en la palabra que había pronunciado. Contemplemos a Jesús indignado… Recorramos nuestra propia historia de fe. ... ¿Nos ha ocurrido que nuestra adoración al Señor se ha distorsionado? … ¿cuándo hemos caído en la tentación de transformar nuestra fe en transacciones comerciales con Dios? … tu nos das … nosotros te damos … Repasemos nuestra propia vida … está llena de gratuidad, cómo la de Dios? … ¿o está centrada en dar para recibir? … Dejemos hoy a Jesús que actúe en nuestro corazón expulsando a esos mercaderes que llevamos dentro y que distorsionan nuestra relación con el Padre. |