Domingo 17 de junio de 2018. Décimo
Primer domingo del tiempo ordinario
Marcos 4, 26-34
26 Y decía: "El Reino de
Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: 27 sea que duerma o se
levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa
cómo. 28 La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y
al fin grano abundante en la espiga. 29 Cuando el fruto está a punto, él aplica
en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha". 30 También
decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos
servirá para representarlo? 31 Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la
siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, 32 pero, una vez
sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende
tanto sus ramas que los pájaros del cielo
se cobijan a su sombra". 33 Y con muchas parábolas como estas les
anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. 34 No les
hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les
explicaba todo.
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Leamos
estas parábolas independientes una de otra. ¿Qué entendemos de ellas? … ¿Qué
tienen en común? … ¿En qué nos reflejan? … ¿Qué creemos que representan? … ¿Qué
sentimos ante ellas? … Damos gracias al Señor por el regalo de sus enseñanzas …
en sencillo … con ejemplos … con parábolas. … |