Domingo 26 de agosto de 2018. Vigésimo
Primer domingo del tiempo ordinario.
Juan 6, 60-69
60 Después de oírlo, muchos de
sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede
escucharlo?". 61 Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les
dijo: "¿Esto los escandaliza? 62 ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al
Hijo del hombre subir donde estaba antes? 63
El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les
dije son Espíritu y Vida. 64 Pero hay entre ustedes algunos que no creen".
En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y
quién era el que lo iba a entregar. 65 Y agregó: "Por eso les he dicho que
nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". 66 Desde ese
momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.
67 Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren
irse?". 68 Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú
tienes palabras de Vida eterna. 69 Nosotros hemos creído y sabemos que eres el
Santo de Dios".
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Recordemos los
momentos en que tratamos de explicar nuestra fe y hay cosas que sobrepasan nuestro
entendimiento. Recordemos los momentos de duda, cuando nuestra fe flaquea…
Jesús nos pregunta entonces… ¿Tú también quieres irte? … ¿A dónde ir? … ¿qué le
respondemos hoy? |