Jueves 20 de Septiembre de 2018. San Andrés
Kim, Pablo Chong y compañeros
Lucas 7, 36-50
36 Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó
a la mesa. 37
Entonces una mujer pecadora que vivía en
la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba
comiendo en casa del fariseo, se
presentó con un frasco de perfume. 38 Y colocándose detrás
de él, se puso a llorar a sus pies y
comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus
cabellos, los cubría de besos y los
ungía con perfume.
39 Al ver esto, el fariseo que lo había
invitado pensó: "Si este hombre fuera profeta, sabría
quién es la mujer que lo toca y lo que
ella es: ¡una pecadora!". 40 Pero Jesús le dijo: "Simón,
tengo algo que decirte". "Di,
Maestro", respondió él. 41 "Un prestamista tenía dos deudores:
uno le debía quinientos denarios, el
otro cincuenta. 42 Como no tenían con qué pagar, perdonó
a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo
amará más?". 43 Simón contestó: "Pienso que aquel a
quien perdonó más". Jesús le dijo:
"Has juzgado bien".
44 Y volviéndose hacia la mujer, dijo a
Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no
derramaste agua sobre mis pies; en
cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus
cabellos. 45 Tú no me besaste; ella, en
cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies.
46 Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó
perfume sobre mis pies. 47 Por eso te digo que sus
pecados, sus numerosos pecados, le han
sido perdonados porque ha demostrado mucho
amor. Pero aquel a quien se le perdona
poco, demuestra poco amor". 48 Después dijo a la
mujer: "Tus pecados te son
perdonados". 49 Los invitados pensaron: "¿Quién es este hombre,
que llega hasta perdonar los
pecados?". 50 Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado,
vete en paz".
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Le presentamos al
Señor nuestra vida... Recordemos las veces en que El nos ha mirado con
misericordia y ha perdonado nuestras caídas... ¡Cuánto nos ama! ... Recordemos lo que hoy nos avergüenza... lo
que puede llevarnos a terrenos de falta y de pecado... Le pedimos perdón por
ello... Escuchemos sus palabras maravillosas: “Tus pecados te quedan
perdonados” ... y la repetmos una y otra vez ... “Tu fe te ha salvado, vete en
paz” ... Gracias Señor |