Viernes 21 de Diciembre de 2018.
San Pedro Canisio
Lucas 1. 39-45
39 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de
Judá. 40
Entró en la casa de Zacarías y saludó a
Isabel. 41 Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su
seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, 42 exclamó: "¡Tú eres bendita
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 43 ¿Quién soy yo,
para que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 Apenas oí tu saludo, el
niño saltó de alegría en mi seno. 45 Feliz de ti por haber creído que se
cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
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Imaginemos que María esperando
al niño nos viene a visitar. … a nuestra
casa … la hacemos pasar … allí esta ella con Jesucito en su vientre. Dejemos entrar a María a nuestra vida
cotidiana, a nuestra intimidad … si nos pregunta ¿cómo estás? … ¿qué le
respondemos? … ¿cómo estamos? … ¿qué le
decimos? … a María … la madre de Jesús … nuestra Madre … Ella está interesada
en lo que nos pasa … lo bueno y lo malo … las penas y las alegrías ..y ella no
está sola está con un fruto en sus vientre … Está con Jesús … ¿qué le contamos?
… ¿qué sentimos? … Dejemos entrar a
María a nuestra vida. … ¿Qué le podemos
decir hoy a la portadora de tan buena noticia para toda la humanidad? ... ¿Qué
es lo que más nos llama la atención de ella? … ¿Qué sentimos ante su presencia
en nuestro corazón? … Escribámosle una oración muy personal a ella. Nuestro “Ave María”, con nuestras palabras, con nuestra vida … y se lo
ofrecemos a ella… a María … nuestra mamita celestial. |