Lunes 4 de febrero de 2018. San Gilberto
Marcos
5. 1-20.
1 Llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. 2 Apenas
Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído
por un espíritu impuro. 3 Él habitaba en los sepulcros, y nadie podía
sujetarlo, ni siquiera con cadenas. 4 Muchas veces lo habían atado con grillos
y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie
podía dominarlo. 5 Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña,
dando alaridos e hiriéndose con piedras.
6 Al ver de lejos a Jesús, vino
corriendo a postrarse ante él, 7 gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí,
Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me
atormentes!". 8 Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de este hombre,
espíritu impuro!". 9 Después le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?".
Él respondió: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos". 10 Y le
rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región.
11 Había allí una gran piara de cerdos
que estaba paciendo en la montaña. 12 Los espíritus impuros suplicaron a Jesús:
"Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos". 13 Él se lo
permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel hombre, entraron en
los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la piara –unos dos mil
animales– se precipitó al mar y se ahogó.
14 Los cuidadores huyeron y difundieron
la noticia en la ciudad y en los poblados. La gente fue a ver qué había
sucedido. 15 Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en
su sano juicio, al que había estado poseído por aquella Legión, y se llenaron
de temor. 16 Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el
endemoniado y con los cerdos. 17 Entonces empezaron a pedir a Jesús que se
alejara de su territorio. 18 En el momento de embarcarse, el hombre que había
estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él. 19 Jesús no se lo
permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales
todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti". 20 El hombre se
fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había
hecho por él, y todos quedaban admirados.
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¿Conocemos
a alguna persona que la está pasando mal? … ¿que vive con problemas, …
amargada, … todo lo ve negativo? … No es libre ni feliz … ¿Quién? … Pronunciemos
su nombre en silencio… recordemos su rostro … Dios la quiere feliz y ella está
triste y angustiada … El mal espíritu hace un gran trabajo allí … tiene un
demonio en su interior como el hombre del evangelio… Pidámosle al Señor que actúe
en esa persona y la libere … Que su vida cambie … Que pueda dar testimonio de
su liberación … ¿qué podemos hacer para ayudarla? … ¿qué puede ser lo que Dios
quiere que hagamos de modo que pueda ser más feliz? Su vida puede cambiar …
¿cómo ayudar? Pidamos ayuda a Dios para colabora en su
felicidad. Gracias Señor |