Domingo 10 de febrero de 2018.
Quinto del Tiempo Ordinario
Lucas 5. 1-11
1 En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para
escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de
Genesaret. 2 Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores
habían bajado y estaban limpiando las redes. 3 Jesús subió a una de las barcas,
que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se
sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.
4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón:
"Navega mar adentro, y echen las redes". 5 Simón le respondió:
"Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si
tú lo dices, echaré las redes". 6 Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad
de peces, que las redes estaban a punto de romperse. 7 Entonces hicieron señas
a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron,
y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
8 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los
pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un
pecador". 9 El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban,
por la cantidad de peces que habían recogido; 10 y lo mismo les pasaba a
Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a
Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". 11
Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Jesús
interrumpe su predicación para meterse en nuestra vida cotidiana, en nuestro
trabajo,… en nuestros estudios, en nuestras labores de cada día, en nuestra
vida corriente. Y allí actúa también. …
¿qué hace? … ¿qué cosas que no nos han resultado podían cambiar? … ¿lo hemos
dejado actuar en nuestro día a día o lo
hemos dejado confinado en los templos?
…¿Cómo podrá cambiar nuestra cotidianidad con Jesús?... ¿Cómo podremos ser ahora pescadores de
hombres?... ¿Cómo dejarle meterse en nuestra
vida, en nuestra barca? … ¿De qué forma
ahora nuestra vida corriente es con Jesús? |