Miércoles 21 de agosto de 2019.
San Pio X 30 Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de
los últimos serán los primeros. 1 Porque el Reino de los Cielos se parece a un
propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su
viña. 2 Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. 3 Volvió a
salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, 4 les dijo:
"Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo". 5 Y
ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. 6 Al
caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo:
"¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?". 7 Ellos le
respondieron: "Nadie nos ha contratado". Entonces les dijo:
"Vayan también ustedes a mi viña". 8 Al terminar el día, el
propietario llamó a su mayordomo y le dijo: "Llama a los obreros y págales
el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros". 9
Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno
un denario. 10 Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo
más, pero recibieron igualmente un denario. 11 Y al recibirlo, protestaban
contra el propietario, 12 diciendo: "Estos últimos trabajaron nada más que
una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del
trabajo y el calor durante toda la jornada". 13 El propietario respondió a
uno de ellos: "Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado
en un denario? 14 Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega
último lo mismo que a ti. 15 ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me
parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?". 16 Así, los últimos serán
los primeros y los primeros serán los últimos". |