Martes 19 de octubre de 2021. San Pablo de la Cruz

Lucas 12. 35-38

35 Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. 36 Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. 37 ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. 38 ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!


Reflexión.

¿Qué es lo que el Señor espera de nosotros? … ¿cuál es su encargo … su mandamiento más grande? … ¿Cómo interpretaríamos en nuestra vida el “estar preparados y con las lámparas encendidas”? … ¿Qué hacer hoy para que si el Señor llega en estos momentos nos encuentre “velando”? … ¿qué hacer desde ahora para lograr ese estado? … Le pedimos al Señor ayuda para ser de esos sirvientes dichosos en el momento de su llegada, que hacen su voluntad y siempre están a su esperándolo.


Coloquio.

Señor Jesús, nos recomiendas que estemos preparados. ¿Qué significa estar preparado? …, que no nos quedemos dormidos, que nos encuentre velando a su llegada. ¿Cómo nos preparamos? ¿Qué significará en nuestras vidas hoy, tener las vestiduras ceñidas y las lámparas encendidas? ¿Qué puede querer Dios de nosotros en todo momento, en cualquier momento?

Por cierto que lo principal ha de ser que nos encuentre activamente haciendo la voluntad de Dios. Llevando a cabo la misión a la que El nos ha enviado y por la cual tiene puesta toda su confianza en nosotros. Para hacer la voluntad de Dios es muy importante que antes nos hayamos dedicados a buscar esa voluntad y para ello, la oración, el discernimiento, los ejercicios espirituales y el acompañamiento espiritual. Y una vez encontrada tal voluntad, dedicar todos nuestros esfuerzos y desvelos en hacer la voluntad del Padre, como el mismo Jesús lo hizo. Consagró su vida a llevar a cabo su misión de anunciar el Reino de Dios..

Nos preguntamos, Señor, si tenemos clara nuestra misión en la vida … ¿para dónde vamos y a qué?. En caso de respuesta positiva, ayúdanos a dedica toda nuestra vida a ello, para que cuando el Señor llegue nos encuentre dedicados, dedicadas, a hacer la voluntad del Padre

Y si aún no lo tenemos claro, la primera prioridad sería dedicar esfuerzos a aclararla, mediante oración, Ejercicios y acompañamiento espiritual.

Que nos vaya bien en esto para que cuando llegue el Señor nos haga sentarnos a la mesa y compartamos con El por toda una eternidad. Que así sea.