Marcos 4. 21-25

Quien tenga oídos para escuchar, que escuche

21 Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? 22 Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. 23 ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!". 24 Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. 25 Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene".

Reflexión.

Traigo a mi oración tanto bien recibido de Dios …¿Que ha sido regalo amoroso de Dios en mi vida? … ¿por qué no dar testimonio de ello? … Si a mi me ha hecho bien leer el evangelio, ¿porqué no contarlo? … No ocultar la luz es multiplicarla … Si tengo fe, con oración se aumenta. Si decaigo en la oración hasta la poca fe que pueda tener, se morirá. ¿Cómo podría explicarle a otro cómo es mi fe y porque? … ¿en qué tengo fe? … Multipliquemos la oración y seamos perseverante en ella. Doy gracias al Señor por el gran regalo de la fe en su amor

Coloquio.

Gracias, Señor, por todo lo que nos has regalado en nuestra vida. Todo lo que tenemos y lo que hemos logrado proviene de ti. Ayúdanos a tener la fuerza y el coraje de dar testimonio de ello en una sociedad que está tan apartada de ti y de tus valores. Que con nuestra vida inspirada en tu evangelio podamos iluminar nuestro entorno. Que donde la oscuridad del individualismo y la competitividad se iluminen con nuestra solidaridad y nuestra fraternidad. Que la oscuridad del rencor, el resentimiento, la desconfianza y el odio se iluminen con nuestra caridad, perdón y confianza. Aumenta nuestra fe, Señor. Con fe podemos lograr nuestra misión, podemos dar testimonio de tu evangelio. Que nunca nos falte fe. Ella es el combustible que alimenta nuestra lámpara para que brille en la oscuridad. Gracias, por estar con nosotros, por regalarnos cada día más fe. Gracias, Señor.