Reflexión.

Todo lo que es del Padre es de Jesús, el Hijo. Y el Espíritu Santo, su Espíritu, nos introduce en toda la verdad. El Padre nos crea, envía a Jesús parta comunicarnos su voluntad y luego el Espíritu de Jesús nos acompaña para anunciarnos a Jesús en todo lo que va sucediendo. Las tres personas divinas actuando en conjunto. ¿cuál es la imagen que tengo de Dios Padre? … ¿qué recuerdo con más gozo de lo que Jesús nos enseñó a través de los evangelios? … ¿cómo se ha manifestado en mi vida cotidiana el Espíritu Santo, en que situaciones?

Coloquio.

Señor Jesús, nos anuncias que el Espíritu Santo será quien completará tu mensaje y nos irá guiando en la vida, anunciándonos lo que irá sucediendo. Gracias, Señor, porque siempre estás con nosotros. Señor Jesús, nos enviaste a seguir con la misión que el Padre te encomendó de anunciar el Reino de Dios y luego, cuando estás ya de vuelta con el Padre, permaneces eternamente con nosotros mediante el Espíritu Santo. Te damos gracias porque nunca nos abandonas y contigo podemos ir transformando nuestra sociedad para que sea más fraterna y solidaria, más justa y misericordiosa, eliminado los vestigios del rencor y el egoísmo, de la maldad y el individualismo que el mal espíritu intenta imponernos. Gracias, porque siguiendo tu camino de amor, perdón y servicio viviremos más felices, eternamente. Amén.-

(Reflexiones obtenidas con ayuda de aplicaciones de inteligencia artificial)