Viernes 17 de octubre de 2025. San Ignacio de Antioquía
Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía… no teman, porque Dios no les olvida.
Lucas 12,1-7
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1 Mientras tanto se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2 No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. 3 Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas. 4 A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. 5 Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que, después de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese. 6 ¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. 7 Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros.
Reflexión.
Recorramos nuestra vida … en silencio y honestamente … con sus luces y sus sombras … Jesús es duro contra la hipocresía … ¿qué actitudes nuestras pueden haber estado teñidas de hipocresía? ¿Cuántas cosas hay ocultas que no quisiéramos que se supieran? … a todos nos puede pasar … hechos, actitudes que nos avergüenzan … que no queremos que se sepan … acciones … pensamientos … omisiones … Podemos ocultarlas a otros, pero Dios lo conoce perfectamente. … Pidámosle perdón al Señor y pidámosle que nos aparte del mal, … que nos aparte de esas actitudes ocultas. … ¿qué debemos hacer al respecto? … ¿cómo cambiar?... ¿qué cambiar? …¿Qué debemos reparar?...¿de qué forma reparar? ¿Cómo pedir perdón? … ¿a quienes? …¿porqué? … Tranquilos y en paz pues Dios nos ayudará, parte perdonándonos y luego nos ayuda … Gracias, ¡Señor!
Coloquio.
Señor Jesús, contigo no tenemos miedo. Tu venciste al maligno y venciste a la muerte. Contigo nada que temer porque tu nunca nos olvidas. Estás con nosotros y nos conoces. Contigo nos cuidamos del príncipe de las tinieblas y del engaño. Contigo rechazamos sus tentaciones, rechazamos la mentira y la hipocresía. Rechazamos el secretismo que solo oculta malas intenciones. Contigo nada se oculta ni se silencia, porque contigo reina la verdad y la vida plena. Contigo nos animamos a ser fraternos y solidarios. Nos animamos a amarnos y perdonarnos. Contigo alcanzaremos la vida eterna. Amén
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(Reflexiones obtenidas con ayuda de aplicaciones de inteligencia artificial)
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