Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9
"La Palabra Poderosa de Dios que Salva y Transforma la Creación"
14 Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas y la noche llegaba a la mitad de su carrera, 15 tu palabra omnipotente, como un guerrero implacable, se lanzó desde el cielo, desde el trono real, hacia la tierra condenada al exterminio. 16 Llevaba como espada afilada tu decreto irrevocable, y, al llegar, lo llenó todo de muerte, y pisaba la tierra, tocando el cielo. 6 Toda la creación, con sus elementos reordenados, obedecía a tus mandatos, para que tus hijos fueran preservados sin daño. 7 Se vio una nube que cubría el campamento, y de la tierra seca surgió una tierra inundada, mientras el Mar Rojo se abría, formando una calzada sin obstáculos, y el impetuoso torrente se transformaba en una verde pradera. 8 Tus protegidos pasaron por allí, todos a una, al amparo de tu mano, contemplando prodigios admirables. 9 Porque ellos vieron un caballo sediento, convertido en manantial, y el mar abierto por tu palabra.
Contexto
Estos pasajes forman parte de la sección final del Libro de la Sabiduría, donde el autor reflexiona sobre el Éxodo y las plagas de Egipto, contrastando el destino de los egipcios (impíos) con el de los israelitas (justos). El autor reinterpreta estos eventos históricos para mostrar cómo la sabiduría de Dios actúa en la historia de la salvación. En 18,14-16, describe la décima plaga (la muerte de los primogénitos) como la acción de la "palabra omnipotente" de Dios. Luego, en 19,6-9, narra el milagro del Mar Rojo, enfatizando cómo toda la creación se reordena y obedece a la Palabra de Dios para proteger a su pueblo elegido.
Tema Central
El tema central es el poder irresistible y salvador de la Palabra omnipotente de Dios, que actúa en la historia para juzgar a los impíos y para proteger y liberar a su pueblo. Se destaca cómo esta Palabra tiene la capacidad de reordenar y transformar la creación misma para cumplir los propósitos divinos de salvación.
Aplicación a nuestra actualidad
Este pasaje nos ofrece una imagen poderosa de la Palabra de Dios, no como un mero conjunto de letras o ideas, sino como una fuerza viva y activa, un "guerrero implacable" que se lanza para cumplir el propósito divino. En un mundo donde a menudo nos sentimos impotentes ante las fuerzas del mal, la injusticia o la destrucción, este texto nos recuerda que hay una Palabra más poderosa que cualquier oscuridad.
La descripción de cómo "toda la creación, con sus elementos reordenados, obedecía a tus mandatos" nos invita a una profunda confianza en la providencia de Dios. Incluso en medio del caos o de situaciones que parecen imposibles (como la "tierra seca" que se convierte en "tierra inundada" o el "Mar Rojo" que se abre), la Palabra de Dios tiene el poder de transformar la realidad para el bien de sus hijos. Esto nos da esperanza cuando enfrentamos desafíos que nos superan o cuando vemos situaciones de injusticia que parecen invencibles.
Nos anima a confiar en que la Palabra de Dios sigue actuando hoy, aunque quizás no de manera tan espectacular. Nos invita a buscar esa "palabra omnipotente" en la oración, en la lectura de las Escrituras y en el discernimiento, permitiendo que actúe en nuestras vidas, reordenando lo que está desordenado y abriendo caminos donde parece no haberlos. Es una llamada a la fe en el Dios que "todo lo transforma para que sus hijos fueran preservados sin daño", y a reconocer los "prodigios admirables" de su amor en nuestra propia historia.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo he experimentado en mi vida el poder de la Palabra de Dios, quizás de una manera menos espectacular, pero igualmente transformadora?
¿De qué manera esta imagen de la "palabra omnipotente" de Dios me da esperanza ante las situaciones difíciles o imposibles de mi vida o de mi entorno?
¿Cómo puedo abrirme más a la acción de la Palabra de Dios para que "reordene" los elementos de mi propia vida o de mi realidad?
¿Qué "prodigios admirables" de la protección y liberación de Dios puedo recordar o reconocer en mi camino de fe?
Oración
Dios de la Palabra omnipotente, te damos gracias por el poder irresistible de tu voz que crea, juzga y salva. Que tu Palabra se lance en nuestras vidas como un guerrero implacable, transformando lo que necesita ser transformado y abriendo caminos donde parece no haberlos. Concédenos la fe para ver cómo toda la creación obedece a tus mandatos y cómo tú nos preservas sin daño, guiándonos a través de los desiertos y los mares de la vida. Amén.