Viernes 14 de junio de 2024. San Eliseo

Mateo 5,27-32

Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio

27 Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. 28 Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. 30 Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.  31 También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. 32 Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.

Reflexión.

¿Cómo nos afecta esta lectura? … La leemos nuevamente, sin sacarle el cuerpo, en toda su magnitud. ¿Cuál es nuestra situación? ... Le presentamos al Señor nuestra situación. … solteros (as), casados (as), separados(as), convivientes, adúlteros … ¿cuál es nuestra situación? … Si amerita, le pedimos perdón por todas las veces que podemos haber fallado a lo que Jesús nos pide en este texto. …  Le presentamos también al Señor el caso de nuestros amigos y hermanos que este pasaje les llega directamente … ¿Cómo ayudarlos? …  ¿qué ayuda necesitamos nosotros?  … Pensamos en nuestra vida, en nuestra historia... Se la presentamos al Señor. … Pensemos en la vida de nuestros hermanos queridos que son tocados por estos versículos. Pidamos por nosotros y por ellos. ... ¿qué hacer?  ... ¿qué haría Cristo hoy? ... ¿qué nos puede pedir Jesús que hagamos en lo personal... y con nuestros hermanos que sufren ...? Nos ponemos en los brazos de Dios, de nuestro Padre que es   todo amoroso y todo misericordioso. El nos ama y nos perdona ...

Coloquio.

Señor Jesús, te presentamos nuestro pasado y nuestro presente. Tú has estado y permaneces siempre con nosotros. Una vez más te pedimos perdón en lo que hayamos fallado y confiamos en tu misericordia. Te pedimos nos ilumines para que guiados por tu amor podamos en el futuro seguir fieles a tus deseos y a tu evangelio. Te pedimos, Señor, por todos aquellos que han tomado están tomando o tomarán decisiones en torno a este tema, para que no se sientan excluidos ni de nuestra comunidad eclesial ni se aparten de tu amor. Ayúdanos a ayudarles para que disciernan en paz lo mejor para ellos y sus familias y que iluminados por tu evangelio, sientan paz en las decisiones que toman, que cuenten con nosotros y sientan que siempre cuentan también contigo. El amor y el perdón siempre es más fuerte tomados de tu mano.