Reflexión.

... Contemplemos la escena con tranquilidad ... Identifiquemos a los personajes y los traemos a nuestra vida personal de hoy.  

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Ante la cruz, revisemos nuestra vida cercana. ¿Qué hemos hecho por ti Señor? ¿Cómo nuestra vida ha estado al servicio y gloria del Padre? ¿Qué hemos hecho por Cristo?

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Ante la cruz, pensemos en nuestro presente, nuestras  prioridades, nuestras actividades

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¿Qué estamos haciendo por ti, Señor?

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Ante la cruz, revisemos nuestros propósitos,...  nuestras enmiendas, … nuestra nueva vida, … ¿Qué estamos dispuesto a hacer de aquí en adelante por Cristo crucificado?

Coloquio.

Señor, queremos acompañarte en tu pasión.  Que sepas que tanto sufrimiento no será en vano. Que tu mensaje de amor, perdón y servicio se multiplicará. Que nosotros nos encargaremos de ello. Que tu reinado  entre nosotros no tendrá fin. Solo así encontrarás que todo el sufrimiento desde el monte de los olivos hasta el Gólgota tendrá un sentido. Cuenta con nosotros, Señor. Nunca olvidaremos estas horas atroces. En tu nombre cada año las volveremos a revivir y renovaremos nuestro compromiso de construir una sociedad más justa, fraterna, solidaria y misericordiosa. Ánimo, Señor. Estamos contigo, por las calles de Jerusalén y a los pies de la cruz. Amén

(Reflexiones obtenidas con ayuda de aplicaciones de inteligencia artificial)