Reflexión.

Cristo Rey.   Su realeza no procede de este mundo, pero vino al  mundo para que sea su Reino. … ¿Qué signos veo en mi entorno que me hacen pensar que hay partes de ese Reino que ya están instaurados? … ¿Qué partes les falta y yo puedo hacer algo importante para que se conviertan en el Reino de Dios? … ¿Qué partes están lejos de mi alcance para cambiar? …  ¿Por dónde empezar? … ¿Qué hacer? … Jesús Rey me llama para instaurar el Reino. …  ¿Cómo respondo?

Coloquio.

Señor Jesús, Rey de verdad y justicia,  … Ante Pilato proclamaste con valentía que tu reino no es de este mundo y que has venido a dar testimonio de la verdad. Enséñanos a vivir bajo tu reinado, guiado por tus valores de amor, justicia y servicio. …  Danos un corazón abierto para escuchar tu voz y reconocer tu verdad, incluso cuando el mundo nos ofrece caminos más fáciles o populares. Haznos testigos fieles de tu reino, que podamos proclamar con nuestras palabras y acciones que tú eres nuestro Rey y que tu verdad es la que da sentido a nuestra vida. Ayúdanos a que nuestra comunidad sea un reflejo de tu reino aquí en la tierra, promoviendo la justicia y la paz en un mundo que tanto las necesita. Danos la fortaleza para enfrentar con serenidad y confianza los desafíos que vienen con ser fieles a tu verdad.  …  Ven y reina en nosotros, Señor. Amén.