Reflexión.

Nosotros conocemos la historia. ... Pero si hoy Jesús nos vuelve a decir lo mismo ... “Volveré a ser entregado en manos de los hombres” ¿qué podrá significar eso hoy en nuestro mundo, con nuestras realidades? … ¿cómo se vuelve a juzgar injustamente y a crucificar a Jesús hoy entre nosotros? … ¿No está siendo crucificado en cada hermano que sufre injusticia? ... ¿en quiénes nos parece que está siendo crucificado hoy Jesús en nuestro entorno? … ¿Qué sentimos? ... ¿qué hacer?  Le contamos a Jesús nuestro sentimiento en oración

Coloquio.

Señor Jesús, te seguimos y te amamos, queremos tenerte cerca, queremos vivir según tu nos enseñas, te pedimos que te haga presente entre nosotros. Ayúdanos a sentirte y verte. Ayúdanos a reconocerte en nuestra familia, en nuestras amistades y compañeros de comunidad. Ayúdanos a reconocerte en todos los que nos rodean, en nuestro barrio, ciudad, país, en el mundo. Ayúdanos a reconocerte especialmente en quienes sufren. En los que tienen pena, en los que están deprimidos, en los que tienen carencias, en los que sientes soledad, en los que se sienten desamparados o discriminados. Allí estás tu, Señor, entregado en manos de los hombres. Los apóstoles en su momento no podían comprender esto, pero hoy nosotros si somos testigos como  tu estás encarnado habitando en todos ellos. Ayúdanos, Señor, para llevarles alivio, alegría, animarles, compartir con ellos.