Domingo 25 de mayo de 2025. Sexto Domingo de Pascua. Santa María Magdalena de Pazzi
Juan 14,23-29
El Espíritu les recordará lo que les he dicho
Domingo 25 de mayo de 2025. Sexto Domingo de Pascua. Santa María Magdalena de Pazzi
Juan 14,23-29
El Espíritu les recordará lo que les he dicho
23 Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. 24 El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. 27 Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! 28 Me han oído decir: "Me voy y volveré a ustedes". Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo. 29 Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
Reflexión.
¿Hacemos caso de las palabras de Jesús? ¿Cómo? … ¿Somos seguidores del evangelio? … ¿de qué forma? … ¿Cómo se nota? … ¿A qué palabras de Jesús no le hacemos caso? … ¿Cómo podemos cambiar eso? … ¿Cuándo hemos sentido la presencia del Espíritu Santo? … ¿De qué forma? … Damos gracias por ello. … Si no la hemos sentido, pedimos ayuda para percibirlo en detalles de nuestra vida … ¿Hay algo que nos angustia? … ¿Tenemos miedos? … Nos dejamos acariciar por esas palabras llenas de paz … Jesús nos regala su paz … aceptemos ese obsequio y comencemos a serenarnos a quitar los miedos … Gracias, Señor por regalarnos tu paz.
Coloquio.
Señor Jesús, nos amas tanto. Nos amas porque el Padre te envió a demostrarnos como hemos de vivir, lo que El quiere de nosotros. Nos aman tanto Tu y el Padre que cuando tu vuelves al Padre, nos dejas al Espíritu Santo para recordarnos permanentemente el mensaje divino de vivir en plenitud, amando también nosotros, perdonando y sirviendo como tú lo hiciste. Nos amas tanto que nos dejas como herencia tuya la paz. Tu paz. Esa forma de vivir que no tan solo nos hace felices, sino que además nos hace vivir en fraternidad, solidariamente, ayudándonos unos a otros compasivamente. Gracias, Señor por regalarnos tu paz, la paz divina que nos da vida. Amén.
(Reflexiones obtenidas con ayuda de aplicaciones de inteligencia artificial)