Lucas 8,19-21
"La Verdadera Familia de Jesús: Escuchar y Poner en Práctica la Palabra"
“19 Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. 20 Entonces le anunciaron a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte». 21 Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica».”
Contexto
Este breve pero muy denso pasaje del Evangelio de Lucas se encuentra justo después de que Jesús ha contado y explicado la Parábola del Sembrador, y ha enseñado sobre la necesidad de que la lámpara de la fe ilumine a otros. Por tanto, el tema de la "escucha de la Palabra" y su "puesta en práctica" está muy fresco. La llegada de la familia biológica de Jesús le da la oportunidad de redefinir los lazos de parentesco a la luz de la nueva realidad del Reino de Dios.
Tema Central
El tema central es la definición de la verdadera familia de Jesús. Él no niega el valor de sus lazos de sangre, sino que los eleva y los expande. El criterio fundamental para pertenecer a su familia espiritual no es la sangre, sino una doble acción: escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica. Esta nueva familia, la de los discípulos, se fundamenta en una relación de obediencia y fe.
Aplicación a nuestra actualidad
Las palabras de Jesús son a la vez consoladoras y desafiantes para nosotros hoy:
Una Nueva Familia Abierta a Todos: Al definir a su familia en términos de escucha y obediencia a la Palabra, Jesús derriba cualquier barrera de exclusividad. Cualquiera, de cualquier raza, nación o condición social, puede convertirse en "madre" o "hermano" de Jesús. Nos abre a todos la posibilidad de una intimidad familiar con Él. La Iglesia es, en su esencia, esta nueva familia.
Escuchar la Palabra: El primer paso para formar parte de la familia de Jesús es "escuchar la Palabra de Dios". No se trata de un oír pasivo, sino de una escucha atenta, receptiva, como la de la "tierra fértil" de la parábola anterior. ¿Dedico yo tiempo y esfuerzo a "escuchar" a Dios a través de la Escritura, la oración, la enseñanza de la Iglesia, los acontecimientos de la vida?
Poner en Práctica la Palabra: El segundo paso es inseparable del primero. La escucha auténtica debe traducirse en acción: "y la ponen en práctica". La fe no es una teoría, es un modo de vida. La obediencia a la Palabra es la prueba de nuestro amor y de nuestra pertenencia a su familia. Es un llamado a la coherencia entre lo que creemos y cómo vivimos.
María, Modelo Perfecto: Aunque pueda parecer que Jesús está menospreciando a su madre, en realidad la está elogiando de la manera más alta. María es la primera y más perfecta discípula precisamente porque ella es quien, por excelencia, "escuchó la Palabra de Dios" (en la Anunciación: "Hágase en mí según tu palabra") y "la puso en práctica" a lo largo de toda su vida. Él no la excluye, sino que la pone como el modelo de lo que está enseñando.
Reordenar Nuestras Lealtades: Esta enseñanza nos invita a reordenar nuestras lealtades. Aunque los lazos familiares son sagrados y un don de Dios, nuestra lealtad última debe ser a Cristo y a su Palabra. A veces, poner en práctica la Palabra puede llevarnos a tensiones o incomprensiones, incluso con nuestra propia familia de sangre.
Este pasaje es una invitación a profundizar en nuestra identidad como discípulos. Nos asegura que, a través de la escucha y la obediencia a la Palabra de Dios, podemos entrar en una relación familiar, íntima y personal con Jesús, convirtiéndonos en sus verdaderos hermanos y hermanas.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera estoy yo hoy "escuchando la Palabra de Dios"? ¿Es una escucha superficial o una que busca verdaderamente entender su voluntad?
¿Cómo estoy "poniendo en práctica" la Palabra que escucho? ¿Mi vida diaria refleja lo que creo?
¿Me siento verdaderamente parte de la "familia de Jesús", la Iglesia? ¿Cómo vivo esta fraternidad con otros que también escuchan y practican la Palabra?
¿Qué me enseña la figura de María como la que "escuchó y puso en práctica" la Palabra por excelencia?
¿Hay áreas de mi vida en las que me cuesta más poner en práctica la Palabra de Dios, a pesar de haberla escuchado? ¿Qué me lo impide?
Oración
Señor Jesús, que nos has revelado que tu verdadera familia son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica. Te damos gracias por llamarnos a esta intimidad contigo. Danos oídos atentos para escuchar tu Palabra, un corazón dócil para acogerla, y una voluntad firme para ponerla en práctica. Que, siguiendo el ejemplo de tu madre María, la primera discípula, podamos ser contados entre tus verdaderos hermanos y hermanas. Amén.