Salmo 62(61), 6-7, 9, 12-13
"Solo en Dios Descansa mi Alma: Mi Roca, mi Refugio"
“6 Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi esperanza. 7 Sólo él es mi Roca y mi salvación, mi baluarte, donde no vacilaré... 9 ¡Confíen en él, pueblos, en todo tiempo; desahoguen ante él su corazón, porque Dios es nuestro refugio! Pausa... 12 En ti, Señor, está el amor, y tú retribuyes a cada uno según sus obras. 13 [Otra numeración incluye aquí la continuación del v.12]”
(Nota: Dada la confusión, he incluido la esencia de los versículos finales que son cruciales para el salmo, vv. 12-13 según la Vulgata, que hablan del amor y la justicia de Dios)
Contexto
El Salmo 62 es un salmo de confianza individual de una serenidad y una profundidad extraordinarias. El salmista se encuentra en una situación de adversidad, rodeado de enemigos que son engañosos y falsos (como se describe en los versículos no seleccionados). En medio de esta prueba, el salmista no se enfoca en la queja, sino que repite como un mantra su confianza absoluta y exclusiva en Dios. Su alma encuentra descanso y esperanza solo en Él.
Tema Central
El tema central es la confianza serena y exclusiva en Dios como la única fuente de esperanza, salvación y refugio. Se repite la afirmación "Sólo en Dios...", subrayando la total suficiencia de Dios frente a la vanidad de la ayuda humana o de las riquezas (mencionado en el v. 10). Esta confianza personal se convierte en una exhortación a todo el pueblo para que confíen de la misma manera y desahoguen su corazón ante Dios. La confianza se basa en el carácter de Dios: Él es amor y es justo.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo es una escuela de oración contemplativa y un ancla para el alma en tiempos de agitación:
"Solo en Dios Descansa mi Alma": Esta es una de las afirmaciones más profundas del Salterio. En un mundo lleno de ruido, de ansiedad y de múltiples ofertas de "descanso" (ocio, distracciones, falsas seguridades), el salmista nos recuerda dónde se encuentra el verdadero reposo del alma: solo en Dios. Es una invitación a buscar momentos de silencio y de quietud para permitir que nuestra alma descanse en su presencia.
Dios, la Trinidad de la Seguridad: "Él es mi Roca y mi salvación, mi baluarte...". El salmista acumula imágenes de seguridad:
Roca: Firmeza, fundamento inamovible.
Salvación: Liberación del peligro.
Baluarte: Fortaleza alta, refugio inexpugnable.
Cuando confiamos en Él, "no vacilaremos".
La Confianza se Comparte: "¡Confíen en él, pueblos, en todo tiempo...!". La experiencia personal de la paz de Dios no es para guardársela. Se convierte en un testimonio que anima a otros a confiar de la misma manera. Nos llama a ser portadores de esta confianza en nuestras comunidades.
Desahogar el Corazón ante Dios: "...desahoguen ante él su corazón...". La confianza en Dios no significa reprimir nuestras emociones o nuestros problemas. Al contrario, nos da la libertad de "desahogar", de derramar nuestro corazón ante Él con total sinceridad, sabiendo que Él es nuestro "refugio" y no nos juzgará, sino que nos acogerá.
El Carácter de Dios: Amor y Justicia: "En ti, Señor, está el amor, y tú retribuyes a cada uno según sus obras". La confianza del salmista se basa en el equilibrio del carácter de Dios. Por un lado, su amor fiel (jesed) es la fuente de nuestra esperanza y de su misericordia. Por otro lado, su justicia ("retribuyes a cada uno según sus obras") es la garantía de que la vida tiene un orden moral y de que nuestras acciones importan.
Este salmo es una invitación a la quietud interior y a la confianza radical. Nos desafía a examinar en qué o en quién estamos poniendo nuestro descanso y nuestra esperanza. Y nos asegura que, si hacemos de Dios nuestra única Roca, encontraremos una paz y una seguridad que nada ni nadie en este mundo nos podrá quitar.
Preguntas para la reflexión
¿En qué "descansa" mi alma habitualmente? ¿Busco el verdadero reposo solo en Dios, o lo busco en distracciones, en el trabajo, en otras personas?
¿Cuáles son las "tempestades" de mi vida en las que necesito recordar con más fuerza que Dios es "mi Roca, mi salvación y mi baluarte"?
¿Me permito "desahogar mi corazón" ante Dios con total honestidad en mi oración, o tiendo a ser muy formal o a ocultar mis verdaderos sentimientos?
¿Mi experiencia de la paz de Dios me lleva a animar a otros a "confiar en Él en todo tiempo"?
¿Cómo equilibrio en mi fe la confianza en el "amor" de Dios con la seriedad de su "justicia" que retribuye a cada uno según sus obras?
Oración
Solo en Ti, oh Dios, descansa mi alma, porque de Ti viene mi esperanza. Solo Tú eres mi Roca y mi salvación, mi baluarte, donde no vacilaré. Ante Ti, que eres mi refugio, desahogo mi corazón, confiando en tu amor y en tu justicia. Que nunca ponga mi esperanza en las cosas vanas, sino solo en Ti, mi Señor y mi Dios. Amén.