"Canten al Señor un Canto Nuevo por sus Maravillas y su Victoria"
“1 ¡Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas! Su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. 2 El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: 3 se acordó de su amor y su fidelidad en favor de la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios. 4 ¡Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos!”
Contexto
El Salmo 98 es un himno de alabanza entusiasta que celebra las acciones salvadoras de Dios, particularmente su victoria y la revelación de su justicia. Se le considera un salmo "real" o de entronización del Señor, donde se proclama a Dios como Rey universal. Este salmo tiene fuertes ecos del lenguaje utilizado en el libro de Isaías (especialmente la segunda parte, sobre la consolación y la nueva creación). La invitación a cantar "un canto nuevo" sugiere una nueva y grandiosa intervención de Dios en la historia, tan significativa que merece una expresión de alabanza completamente fresca y renovada.
Tema Central
El tema central es la invitación universal a la alabanza gozosa a Dios por sus "maravillas", su "victoria" salvadora y la manifestación de su "justicia" ante todas las naciones. Dios ha actuado de manera decisiva, recordando su amor y fidelidad hacia Israel, pero esta acción tiene un alcance universal: "todos los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios". Por lo tanto, "toda la tierra" está llamada a aclamar y cantar con júbilo.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo nos contagia con su alegría y nos llama a renovar nuestra alabanza a Dios. El "canto nuevo" no es necesariamente una melodía diferente cada vez, sino una alabanza que brota de un corazón que reconoce las "maravillas" frescas que Dios sigue obrando en nuestra vida y en el mundo. A veces, nuestra alabanza puede volverse rutinaria; este salmo nos despierta a la novedad constante de la acción de Dios.
La "victoria" de Dios, que en el contexto original podría referirse a una liberación histórica, para nosotros los cristianos encuentra su plenitud en la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte. Esta es la maravilla por excelencia que estamos llamados a cantar. Su justicia se revela en que Él restaura el orden, defiende al oprimido y ofrece salvación a todos.
El salmo también nos recuerda el carácter universal de la salvación de Dios. Aunque su fidelidad se manifestó primero "en favor de la casa de Israel", su obra salvadora está destinada a "todos los confines de la tierra". Esto nos desafía a tener una visión amplia de la misión de Dios y de nuestra propia fe, reconociendo que la Buena Noticia es para todos, sin excepción. La invitación a "aclamar al Señor toda la tierra" nos incluye y nos impulsa a unir nuestras voces a la alabanza cósmica, reconociendo la soberanía y la bondad de Dios con un gozo desbordante.
Preguntas para la reflexión
¿Cuáles son las "maravillas" recientes o constantes de Dios en mi vida o en el mundo que me invitan a cantarle un "canto nuevo" de alabanza?
¿De qué manera experimento la "victoria" de Dios, especialmente a través de Jesucristo, en mis luchas personales contra el pecado, el desánimo o la injusticia?
¿Cómo puedo contribuir a que la "justicia" de Dios sea más visible y reconocida en mi entorno, especialmente para aquellos que más la necesitan?
Al pensar en que "todos los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios", ¿cómo me siento impulsado/a a compartir mi fe y mi alegría con otros, más allá de mi círculo cercano?
Oración
Señor, Dios nuestro, te cantamos un canto nuevo porque has hecho maravillas. Tu mano poderosa nos ha obtenido la victoria sobre el mal y la muerte, y has revelado tu justicia salvadora a todas las naciones. Gracias por acordarte siempre de tu amor y tu fidelidad. Que todo nuestro ser te aclame con gozo, y que junto con toda la creación, podamos prorrumpir en cantos jubilosos, reconociendo las maravillas que obras cada día. Que tu victoria, Señor, alcance todos los confines de la tierra. Amén.