Salmo 105(104),1-4.6-9
"Den Gracias al Señor: Recuerden sus Maravillas y su Alianza Eterna"
“1 ¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas! 2 ¡Canten y toquen para él, mediten todas sus maravillas! 3 ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! 4 ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro!... 6 ¡Raza de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido! 7 El Señor es nuestro Dios, sus juicios se ejercen en toda la tierra. 8 Él se acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones, 9 del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Isaac.”
Contexto
El Salmo 105 es un himno histórico que celebra la fidelidad de Dios a su alianza con Israel, repasando las grandes obras que realizó en favor de su pueblo desde los patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob) hasta la entrada en la tierra prometida. Es un salmo de alabanza y acción de gracias, que busca mantener viva la memoria de las intervenciones salvadoras de Dios en la historia. Los versículos seleccionados forman la introducción y la afirmación fundamental del salmo: una llamada a la gratitud, la alabanza, la proclamación de las proezas de Dios, y el recuerdo de su alianza eterna con los patriarcas.
Tema Central
El tema central es una invitación ferviente a la alabanza y a la acción de gracias a Dios, fundamentada en el recuerdo de sus maravillas y proezas realizadas en la historia de la salvación, y especialmente en la memoria de su alianza eterna e inquebrantable con su pueblo elegido, comenzando con Abraham, Isaac y Jacob. Se exhorta a buscar constantemente el rostro y el poder de Dios.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo nos ofrece una guía valiosa para nuestra propia vida de fe, centrada en la gratitud, la memoria y la búsqueda de Dios:
La Primacía de la Acción de Gracias y la Alabanza: "¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre... ¡Canten y toquen para él, mediten todas sus maravillas!". La gratitud y la alabanza son respuestas fundamentales a la acción de Dios. No son solo sentimientos, sino acciones concretas: invocar su Nombre, cantar, tocar instrumentos, y sobre todo, "meditar todas sus maravillas". La meditación sobre las obras de Dios alimenta nuestra alabanza y nuestra fe.
Anunciar sus Proezas: "...anuncien entre los pueblos sus proezas!". La experiencia de la bondad de Dios no es para guardársela, sino para compartirla, para dar testimonio a otros de lo que Dios ha hecho. Tiene una dimensión misionera.
Alegría en la Búsqueda de Dios: "¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro!". La verdadera gloria y alegría se encuentran en conocer a Dios y en buscar su presencia continua ("su rostro") y su poder en nuestras vidas. Esta búsqueda debe ser constante, no esporádica.
Identidad como Pueblo Elegido (Extendido en Cristo): "¡Raza de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido!". Para los cristianos, esta elección se extiende en Cristo a todos los que por la fe son incorporados al nuevo Pueblo de Dios. Recordar nuestra identidad como elegidos y amados por Dios nos da seguridad y un sentido de pertenencia.
La Alianza Eterna de Dios: "Él se acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones...". La fidelidad de Dios a su alianza es inquebrantable. Aunque nosotros podamos ser infieles, Él permanece fiel. Su pacto con Abraham es el fundamento de las bendiciones que se extienden a través de la historia y encuentran su cumplimiento definitivo en Jesucristo, mediador de la Nueva Alianza. Esta certeza de la fidelidad de Dios es un ancla para nuestra esperanza.
Este salmo nos invita a vivir con una profunda memoria agradecida de las obras de Dios en la historia de la salvación y en nuestra propia vida. Nos llama a una alabanza gozosa, a una búsqueda constante de su presencia, y a una confianza firme en su alianza eterna y su fidelidad inagotable.
Preguntas para la reflexión
¿De qué maneras concretas puedo yo hoy "dar gracias al Señor", "invocar su Nombre" y "cantarle" en mi vida diaria?
¿Cuáles son las "maravillas" o "proezas" de Dios en mi vida o en la historia de la fe que necesito "meditar" más a menudo para avivar mi gratitud y mi alabanza?
¿Qué significa para mí "buscar constantemente el rostro del Señor" y "recurrir a su poder"? ¿Cómo se traduce esto en mi oración y en mis acciones?
Al pensar en la "alianza eterna" de Dios, ¿cómo me ayuda esto a confiar en su fidelidad, especialmente en momentos de duda o dificultad?
Si Dios "se acuerda eternamente de su alianza", ¿cómo me compromete esto a mí a ser más fiel a mis propios compromisos con Dios y con los demás?
Oración
Señor, Dios nuestro, te damos gracias de todo corazón e invocamos tu santo Nombre. Queremos cantar y tocar para Ti, meditando todas tus maravillas. Nos gloriamos en tu Nombre y nos alegramos al buscarte. Ayúdanos a recurrir siempre a Ti y a tu poder, buscando constantemente tu rostro. Gracias porque te acuerdas eternamente de tu alianza, de la palabra que diste a nuestros padres en la fe y que has cumplido plenamente en Jesucristo. Que vivamos siempre en la alegría de sabernos tu pueblo elegido y amado. Amén.