Salmo 111(110),1-4.7-8
"Alabanza a las Obras Grandes y Justas del Señor"
“1 ¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión de los justos y en la asamblea. 2 Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. 3 Su obra es esplendor y majestad, y su justicia permanece para siempre. 4 Él hizo memorables sus maravillas: el Señor es bondad y compasión... 7 Las obras de sus manos son verdad y justicia, todos sus preceptos son irrevocables, 8 establecidos para siempre, cumplidos con lealtad y rectitud.”
Contexto
El Salmo 111 es un salmo de alabanza y acción de gracias que celebra las obras maravillosas y el carácter justo de Dios. Es un salmo acróstico, donde cada línea o medio verso comienza con una letra sucesiva del alfabeto hebreo, lo que le da una estructura de plenitud y perfección. El salmista se compromete a dar gracias a Dios con todo su corazón, especialmente en el contexto de la comunidad de los fieles. El salmo destaca la grandeza, el esplendor, la justicia, la bondad y la fidelidad de Dios manifestadas en sus obras y en sus preceptos.
Tema Central
El tema central es la alabanza gozosa y comunitaria a Dios por la grandeza, la majestad y la justicia de sus obras. Se enfatiza que estas obras son dignas de ser contempladas y estudiadas por quienes aman a Dios. La justicia de Dios es eterna, y sus preceptos (mandamientos) son firmes, verdaderos y justos, establecidos para siempre.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo nos invita a una profunda contemplación y alabanza de las obras y el carácter de Dios:
Acción de Gracias Sincera y Comunitaria: "Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión de los justos y en la asamblea". La gratitud a Dios debe ser profunda ("de todo corazón") y no solo una experiencia privada, sino también compartida en la comunidad de fe. La alabanza comunitaria fortalece la fe y da un testimonio público de la bondad de Dios.
Contemplar las Obras de Dios: "Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman". Las "obras del Señor" incluyen tanto la creación como sus intervenciones salvadoras en la historia y en nuestra vida personal. El salmo nos anima a no solo reconocerlas, sino a "estudiarlas", a meditar sobre ellas, a profundizar en su significado. Este estudio amoroso nos lleva a una mayor admiración y alabanza.
El Esplendor, la Majestad y la Justicia de Dios: "Su obra es esplendor y majestad, y su justicia permanece para siempre". Las acciones de Dios revelan su gloria y su justicia inmutable. Reconocer que su justicia es eterna nos da seguridad y esperanza, especialmente en un mundo donde la injusticia a menudo parece prevalecer.
Las Maravillas de Dios: Bondad y Compasión: "Él hizo memorables sus maravillas: el Señor es bondad y compasión". Dios no solo es grande y justo, sino también bueno y compasivo. Sus "maravillas" son actos de amor y misericordia que debemos recordar ("hizo memorables") para mantener viva nuestra gratitud y nuestra fe en su carácter bondadoso.
La Verdad y Justicia de sus Obras y Preceptos: "Las obras de sus manos son verdad y justicia, todos sus preceptos son irrevocables, establecidos para siempre, cumplidos con lealtad y rectitud". Hay una coherencia perfecta entre lo que Dios hace (sus obras) y lo que Dios manda (sus preceptos). Ambos están fundamentados en la verdad y la justicia, y son inmutables y dignos de toda confianza. Sus mandamientos no son arbitrarios, sino que nos guían por caminos de lealtad y rectitud.
Este salmo es una invitación a cultivar una vida de alabanza agradecida, fundamentada en la contemplación de las obras maravillosas y el carácter justo y amoroso de Dios. Nos llama a amar y estudiar sus obras, a confiar en la firmeza de sus preceptos, y a celebrar su bondad en la comunidad de los fieles.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera puedo yo hoy "dar gracias al Señor de todo corazón", tanto en mi oración personal como en la "asamblea de los justos" (mi comunidad de fe)?
¿Cuáles son las "obras del Señor" (en la creación, en la historia, en mi vida) que más me invitan a un "estudio" amoroso y a la alabanza?
¿Cómo experimento la "justicia" de Dios que "permanece para siempre" en mi vida y en el mundo, y cómo me consuela o me desafía esta verdad?
¿Qué "maravillas" de la bondad y compasión de Dios necesito hacer más "memorables" en mi vida para fortalecer mi fe y mi gratitud?
Si los preceptos de Dios son "irrevocables, establecidos para siempre, cumplidos con lealtad y rectitud", ¿cómo me ayuda esto a confiar en su Palabra y a esforzarme por vivir según sus enseñanzas?
Oración
Señor, Dios nuestro, te damos gracias de todo corazón en la asamblea de tus fieles. Grandes son tus obras, dignas de ser amadas y estudiadas. Tu obra es esplendor y majestad, y tu justicia permanece para siempre. Has hecho memorables tus maravillas, porque Tú eres bondad y compasión. Que reconozcamos siempre la verdad y la justicia de tus manos y la firmeza de tus preceptos, para alabarte y bendecirte por toda la eternidad. Amén.