Salmo 139(138),1-3.13-15
"Conocido y Formado por Dios: Maravilla de la Creación Personal"
“1 Señor, tú me sondeas y me conoces. 2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; de lejos percibes mis pensamientos. 3 Disciernes mi camino y mi descanso; todas mis sendas te son familiares... 13 Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre. 14 Te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable; tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien. 15 Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en lo secreto, tejido en las profundidades de la tierra.”
Contexto
El Salmo 139 es una profunda meditación sobre la omnisciencia, la omnipresencia y el poder creador de Dios, y su relación íntima y personal con el salmista. Es uno de los salmos más personales y poéticos, que expresa asombro y reverencia ante el conocimiento exhaustivo que Dios tiene del ser humano, desde su concepción hasta sus pensamientos más íntimos y sus caminos. Los versículos seleccionados se centran en este conocimiento divino y en la maravilla de la formación del individuo en el seno materno por la mano creadora de Dios.
Tema Central
El tema central es el conocimiento íntimo y completo que Dios tiene de cada persona ("tú me sondeas y me conoces") y su acción creadora y personal en la formación de cada ser humano desde el vientre materno. Esta conciencia lleva al salmista a una alabanza maravillada ("Te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable") y al reconocimiento de la preciosidad y singularidad de cada vida como obra de Dios.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo nos ofrece una perspectiva transformadora sobre nuestro propio valor y nuestra relación con Dios:
Conocimiento Íntimo y Personal de Dios: "Señor, tú me sondeas y me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; de lejos percibes mis pensamientos. Disciernes mi camino y mi descanso; todas mis sendas te son familiares". En un mundo donde a menudo podemos sentirnos anónimos, incomprendidos o solos, este salmo nos asegura que Dios nos conoce de una manera total y profunda. No hay nada en nosotros que le sea oculto: nuestros actos, nuestros pensamientos, nuestros descansos, nuestros caminos. Este conocimiento no es para juzgarnos inquisitivamente, sino que brota de su amor creador. Es un conocimiento que nos envuelve y nos da seguridad.
Creados y Formados por Dios: "Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre... Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en lo secreto, tejido en las profundidades de la tierra". Cada ser humano es una obra directa de la mano creadora de Dios. No somos un accidente ni un producto del azar. Desde el momento de nuestra concepción, Dios está presente, "plasmándonos", "tejiéndonos" con sabiduría y amor. Esta verdad fundamenta la dignidad sagrada de cada vida humana desde su inicio.
Maravilla y Gratitud por Nuestra Existencia: "Te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable; tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien". La conciencia de ser una creación personal y maravillosa de Dios debe llevarnos a una profunda gratitud y asombro. No solo la creación en general es admirable, sino que cada uno de nosotros, en nuestra singularidad, lo es. Esto nos ayuda a valorarnos a nosotros mismos y a los demás como obras maestras de Dios.
Sentido de Propósito y Pertenencia: Ser conocidos y formados por Dios de manera tan íntima implica que nuestra vida tiene un sentido y un propósito que se originan en Él. Le pertenecemos. Esta conciencia puede darnos una profunda seguridad y una dirección en la vida.
Este salmo es una invitación a la contemplación maravillada de nuestra propia existencia como un don de Dios. Nos recuerda que somos conocidos, amados y formados por Él de una manera única y personal. Esta verdad debe llenarnos de gratitud, de autoestima (basada en ser creación divina) y de un profundo respeto por la vida de cada ser humano, obra admirable de las manos de Dios.
Preguntas para la reflexión
¿Qué sentimientos (consuelo, temor, asombro, seguridad) despierta en mí la idea de que Dios me "sondea y conoce" de manera tan íntima, incluyendo mis pensamientos y todos mis caminos?
Al pensar en que Dios me "plasmó en el seno de mi madre" y me "formó en lo secreto", ¿cómo cambia esto la forma en que me valoro a mí mismo/a y la forma en que veo la dignidad de cada vida humana?
¿Soy capaz de decir con el salmista: "Te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable"? ¿Qué "maravillas" de mi propia persona y de mi vida puedo reconocer como obra de Dios?
Si Dios me conoce tan profundamente y me ha formado con tanto cuidado, ¿cómo me ayuda esto a confiar en que Él tiene un propósito para mi vida, incluso cuando no lo vea claramente?
¿De qué manera puedo yo hoy reflejar en mi trato con los demás el respeto y la admiración que merece cada persona como "obra maravillosa" de Dios?
Oración
Señor, Dios mío, Tú me sondeas y me conoces. Sabes todos mis caminos y de lejos percibes mis pensamientos. Te doy gracias porque me plasmaste en el seno de mi madre y me formaste de manera tan admirable. Tus obras son maravillosas, y mi alma lo sabe muy bien. Ayúdame a vivir cada día con la conciencia de ser tu creación amada, conocido/a íntimamente por Ti, y a tratar a cada persona con el respeto y la admiración que merece como obra de tus manos. Amén.