Salmo 144,8-9.13cd-14.17-18
"La Bondad y Cercanía del Señor"
8 El Señor es bondadoso y compasivo, lento para la cólera y rico en amor. 9 El Señor es bueno con todos, y su ternura se extiende a todas sus criaturas. (...) 13cd Su reino es un reino eterno, su dominio permanece para siempre. 14 El Señor sostiene a los que vacilan y endereza a los que están postrados. 17 El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. 18 El Señor está cerca de los que lo invocan, de todos los que lo invocan con sinceridad.
Contexto
El Salmo 144 es un himno de alabanza y acción de gracias que exalta la grandeza y la bondad de Dios, reconociendo su poder y su cuidado providente sobre su pueblo. En estos versículos particulares, el salmista se centra en los atributos de misericordia, justicia y cercanía de Dios. Este salmo, ubicado casi al final del libro de los Salmos, refleja una larga tradición de experiencia de la fidelidad divina a lo largo de la historia del pueblo de Israel.
Tema Central
El tema central de este texto es la naturaleza amorosa y cercana de Dios hacia toda la creación y, de manera especial, hacia aquellos que lo buscan con sinceridad. Se destaca su bondad, compasión, paciencia, riqueza en amor, justicia y constante apoyo a los débiles y necesitados. El salmo afirma que el reino de Dios es eterno y que su dominio perdura, ofreciendo una base sólida para la confianza y la esperanza.
Aplicación a nuestra actualidad
En nuestro día a día, podemos sentirnos abrumados por las dificultades, las injusticias o la sensación de lejanía de Dios. Estos versículos del Salmo 144 nos recuerdan las cualidades esenciales del Señor: su bondad inmensa, su corazón compasivo que se inclina ante nuestro sufrimiento, su paciencia que nos da tiempo para el arrepentimiento y el cambio, y su amor inagotable que nos sostiene. Saber que Dios es bueno con todos y que su ternura se extiende a cada criatura nos invita a ampliar nuestra propia mirada de compasión hacia los demás y hacia el mundo que nos rodea. La certeza de que Dios sostiene a los que vacilan y endereza a los que están postrados nos da fuerza en nuestros momentos de debilidad y nos anima a levantarnos cuando caemos. Finalmente, la promesa de que el Señor está cerca de quienes lo invocan con sinceridad nos alienta a buscarlo en la oración confiada, sabiendo que Él escucha y responde con amor.
Preguntas para la reflexión
¿En qué aspectos de tu vida has experimentado la bondad y la compasión de Dios? ¿Puedes recordar momentos específicos en los que sentiste su cercanía?
¿Cómo vives tu propia bondad y compasión hacia los demás? ¿Hay personas o situaciones hacia las que te resulta más difícil extender tu ternura?
¿En qué momentos te sientes vacilar o postrado? ¿Confías en que Dios te sostiene y te ayuda a levantarte? ¿De qué maneras buscas ese apoyo divino?
¿Qué significa para ti invocar a Dios con sinceridad? ¿Cómo cultivas la autenticidad en tu oración y en tu relación con Él?
¿De qué maneras puedes ser tú mismo un reflejo de la bondad, la compasión y la justicia de Dios en tu entorno familiar, laboral y social?
Oración
Señor, Dios nuestro, rico en bondad y amor, te damos gracias por tu corazón compasivo que se extiende a toda tu creación y por tu cercanía constante a quienes te buscan con sinceridad. En nuestros momentos de debilidad y dificultad, recuérdanos tu promesa de sostenernos y enderezarnos. Ayúdanos a confiar en tu justicia y en la eternidad de tu reino. Inspíranos a ser reflejo de tu bondad y tu ternura en el mundo, para que otros también puedan experimentar tu amor que todo lo abarca. Amén.