Salmo 39 (40), 7-11

“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”

R/. ¡Aquí estoy, Señor: para hacer tu voluntad!

 Tú no quisiste víctima ni oblación; pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: “Aquí estoy”.

 “En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón”.

 Proclamaré gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, Tú lo sabes, Señor.

 No escondí tu justicia dentro de mí, proclamé tu fidelidad y tu salvación, y no oculté a la gran asamblea tu amor y  tu fidelidad.

Hoy rezamos con uno de los salmos más hermosos y profundos de la Biblia. Es una oración que nace del corazón de alguien que ha experimentado el amor de Dios y quiere responder con generosidad: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.

1. 📜 Contexto bíblico e histórico del salmo

Este salmo se sitúa dentro de las oraciones personales del pueblo de Israel. Se trata de una persona que ha sido liberada por Dios de una situación difícil, y ahora, con gratitud y humildad, ofrece su vida al servicio del Señor.

Muchos estudiosos ven en este salmo una figura profética de Jesús. El mismo Jesús lo retoma en el Evangelio: Él es el que dice plenamente “Aquí estoy, Padre, para hacer tu voluntad”, entregando su vida por amor.

2. 🌾 Resumen del texto adaptado a nuestro tiempo

El salmista nos enseña que Dios no quiere solo ritos externos o sacrificios vacíos. Lo que verdaderamente desea es un corazón disponible, una vida entregada con amor.
Es como si dijera: “Señor, no me basta ir a misa o rezar si mi corazón está cerrado. Quiero vivir como Tú quieres, quiero hacer tu voluntad”.

Hoy también nosotros podemos repetir esa frase tan simple y tan profunda:
“Aquí estoy, Señor… cuenta conmigo”.

3. ❤️ El tema central del salmo

El mensaje del salmo es claro:
Dios espera de nosotros una respuesta libre, sincera y generosa.
No se trata solo de cumplir normas religiosas, sino de vivir con el deseo de hacer la voluntad del Señor, como hizo Jesús.

Este salmo es una oración de entrega, de disponibilidad, de confianza.

4. ❓ Preguntas simples y profundas para aplicar el mensaje en la vida

• ¿Qué significa para mí decirle a Dios: “Aquí estoy”?

• ¿Estoy dispuesto a hacer su voluntad aunque no siempre entienda lo que me pide?

• ¿Estoy viviendo mi fe solo por costumbre o con el corazón abierto al querer de Dios?

• ¿Cuáles son las pequeñas cosas de cada día donde Dios me invita a decirle: “Cuenta conmigo”?

5. 🙏 Oración final inspirada en el salmo

Señor, aquí estoy,
no traigo oro ni incienso, solo mi vida sencilla.
No quiero ofrecerte cosas vacías,
sino un corazón dispuesto a amar.

Enséñame a hacer tu voluntad,
a escuchar tu Palabra en lo pequeño de cada día.
Que mi vida sea una canción de gratitud
y una entrega humilde como la de Jesús.

Amén.