"Nacer de Nuevo: El Diálogo con Nicodemo"
«1» Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos. «2» Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él». «3» Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios». «4» Nicodemo le preguntó: «¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?». «5» Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. «6» Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. «7» No te extrañes de que te haya dicho: “Ustedes tienen que renacer de lo alto”. «8» El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu».
Contexto
Estamos al principio del ministerio de Jesús, probablemente en Jerusalén durante una fiesta. Nicodemo, un fariseo importante y miembro del Sanedrín (el consejo gobernante judío), representa a una persona religiosa, conocedora de la Ley, que está sinceramente intrigada por Jesús. Reconoce que los milagros ("signos") de Jesús indican una conexión divina. Sin embargo, viene "de noche", quizás por miedo a ser visto por sus colegas, por prudencia, o buscando un momento de intimidad y profundidad lejos del bullicio. Este encuentro marca el inicio de una conversación profunda sobre la naturaleza de la fe y la entrada al Reino de Dios.
Tema Central
El tema central es la necesidad absoluta de una transformación radical y espiritual, un "nacer de nuevo" o "nacer de lo alto" (la palabra griega anothen tiene ambos sentidos), para poder percibir y entrar en el Reino de Dios. Jesús confronta la comprensión meramente humana o religiosa de Nicodemo (basada en el conocimiento y las obras) con una realidad diferente: una vida nueva que solo puede ser iniciada por Dios mismo, a través del "agua y del Espíritu" (una referencia probable al Bautismo y a la acción del Espíritu Santo). Esta nueva vida es misteriosa, libre e impredecible como el viento, y no puede ser producida por el esfuerzo humano ("lo que nace de la carne es carne").
Aplicación a nuestra actualidad
Como Nicodemo, a veces nos acercamos a Jesús con nuestras ideas preconcebidas, nuestro conocimiento intelectual o nuestras buenas intenciones. Reconocemos que hay algo especial en Él, quizás admiramos sus enseñanzas o sus "signos" en la vida de otros. Pero Jesús nos desafía a ir más allá. Nos dice que para entender realmente su Reino, para experimentarlo, necesitamos algo más profundo: un cambio interior radical, una especie de "reinicio" espiritual que no podemos fabricar nosotros mismos. Necesitamos "nacer del Espíritu". Esto nos invita a la humildad, a reconocer que no basta con "ser buenos" o "saber mucho". Necesitamos abrirnos a la acción misteriosa y transformadora del Espíritu Santo en nuestra vida. ¿Permitimos que el "viento" del Espíritu sople en nosotros, aunque no entendamos de dónde viene ni a dónde nos lleva? ¿O intentamos controlarlo todo con nuestra lógica, como Nicodemo con su pregunta literal sobre volver al vientre materno? Este pasaje nos llama a una relación con Dios que es más que seguir reglas; es permitir que Él nos haga nuevas criaturas desde dentro.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera me identifico con Nicodemo al acercarme a Jesús? ¿Vengo más con mi cabeza (conocimiento, dudas) o con un corazón abierto a ser transformado?
¿Qué significa concretamente para mí hoy "nacer de nuevo" o "nacer de lo alto"? ¿En qué áreas de mi vida siento que necesito esa transformación espiritual profunda?
¿Cómo experimento la acción del Espíritu Santo en mi vida? ¿Me siento cómodo/a con su actuar misterioso e impredecible como el viento, o busco más control y certezas?
¿Qué actitudes o pensamientos "de la carne" (puramente humanos, egocéntricos) descubro en mí que necesitan ser renovados por el Espíritu?
Oración
Espíritu Santo, Viento divino que soplas donde quieres, ven sobre mí. Como Nicodemo, a menudo me quedo en la superficie, sin entender la profundidad de la vida nueva que Jesús ofrece. Te pido la gracia de "nacer de lo alto", de dejarme transformar radicalmente por tu poder. Rompe mis esquemas puramente humanos y ayúdame a acoger tu acción misteriosa y vivificante, para que pueda ver y entrar en el Reino de Dios. Amén.