Mateo 7,15-20
"Por sus Frutos los Conocerán: Discernir a los Falsos Profetas"
“15 Cuídense de los falsos profetas, que se presentan a ustedes con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17 Así, todo árbol bueno da frutos buenos, y todo árbol malo da frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19 Al árbol que no da buen fruto se lo corta y se lo arroja al fuego. 20 Por lo tanto, por sus frutos los conocerán.”
Contexto
Este pasaje forma parte del Sermón de la Montaña (Mateo capítulos 5-7), específicamente hacia el final del discurso, donde Jesús ofrece una serie de advertencias y exhortaciones a sus discípulos sobre cómo vivir la verdadera justicia del Reino. Después de hablar sobre la puerta estrecha y el camino angosto que llevan a la vida (Mateo 7,13-14), Jesús les advierte sobre el peligro de los falsos profetas, que pueden engañar con apariencias piadosas.
Tema Central
El tema central es la advertencia contra los falsos profetas y el criterio fundamental para discernirlos: sus "frutos", es decir, sus obras, su conducta y el impacto de sus enseñanzas en la vida de las personas. Jesús utiliza la analogía de los árboles y sus frutos para ilustrar que la verdadera naturaleza interna de una persona o de una enseñanza se revela inevitablemente en sus resultados externos.
Aplicación a nuestra actualidad
La advertencia de Jesús sobre los falsos profetas y el criterio de los frutos siguen siendo vitalmente importantes en nuestro tiempo, donde abundan las voces, las ideologías y los líderes que buscan influir en nosotros:
La Apariencia Engañosa: "Se presentan a ustedes con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces". Los falsos profetas o las falsas enseñanzas a menudo no se presentan como abiertamente malos, sino que pueden tener una apariencia atractiva, piadosa o beneficiosa. Pueden usar un lenguaje espiritual o prometer soluciones fáciles. Es necesario un discernimiento cuidadoso para ver más allá de las apariencias.
El Criterio de los Frutos: "Por sus frutos los conocerán". Este es el principio clave que Jesús nos da. No debemos juzgar solo por las palabras elocuentes, las promesas grandiosas o la popularidad. Debemos observar los resultados concretos en la vida de la persona o en el impacto de sus enseñanzas: ¿Producen amor, alegría, paz, paciencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio (cf. Gálatas 5,22-23, los frutos del Espíritu)? ¿O producen división, odio, confusión, egoísmo, explotación?
La Coherencia entre el Ser y el Hacer: "Todo árbol bueno da frutos buenos, y todo árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos...". Hay una coherencia intrínseca entre la naturaleza interna y las manifestaciones externas. Una enseñanza o un liderazgo que verdaderamente proviene de Dios producirá, a la larga, buenos frutos. Aquello que es inherentemente malo o engañoso, tarde o temprano, revelará su mala naturaleza a través de sus consecuencias.
El Destino del Árbol Malo: "Al árbol que no da buen fruto se lo corta y se lo arroja al fuego". Esta es una advertencia sobre las consecuencias últimas de seguir o promover falsas enseñanzas o una vida infructuosa. Implica un juicio y una separación definitiva.
Necesidad de Vigilancia y Discernimiento Constante: "Cuídense...". Jesús nos llama a una actitud de vigilancia activa. El discernimiento no es algo que se hace una vez y ya está, sino una práctica constante, que requiere oración, conocimiento de la Palabra de Dios, el consejo de la comunidad y la guía del Espíritu Santo.
Este pasaje nos llama a ser sabios y prudentes, a no dejarnos engañar por las apariencias y a evaluar las enseñanzas y los liderazgos (tanto religiosos como seculares) por sus frutos concretos. Nos invita a examinar no solo lo que se dice, sino lo que se vive y los resultados que se producen, para poder adherirnos a lo que es bueno y verdadero, y rechazar lo que es falso y dañino.
Preguntas para la reflexión
¿En qué áreas de mi vida (religiosa, social, personal) me siento más vulnerable a ser engañado/a por "falsos profetas" o enseñanzas que parecen buenas en la superficie pero que pueden ser dañinas?
¿Cuáles son los "frutos" que busco y valoro en un líder espiritual, en una enseñanza o en una comunidad de fe? ¿Coinciden con los frutos del Espíritu que describe la Biblia?
¿Cómo puedo yo desarrollar un mayor discernimiento para "conocer por sus frutos" y no dejarme llevar solo por las palabras o las apariencias?
¿Hay "árboles" (influencias, ideas, relaciones) en mi propia vida que están produciendo "frutos malos" y que necesito "cortar" o de los que necesito alejarme?
¿De qué manera la enseñanza de Jesús sobre los frutos me ayuda a ser más responsable con mi propio "árbol", es decir, a cultivar una vida interior que produzca buenos frutos para la gloria de Dios y el bien de los demás?
Oración
Señor Jesús, que nos advertiste sobre los falsos profetas vestidos con piel de oveja, danos un espíritu de sabiduría y discernimiento para reconocerlos por sus frutos. Ayúdanos a no dejarnos engañar por las apariencias, sino a buscar siempre la verdad que produce frutos buenos de amor, justicia y paz. Que nuestras propias vidas, arraigadas en Ti, el Árbol Bueno, produzcan frutos abundantes que te glorifiquen y alimenten a nuestros hermanos. Amén.