Romanos 11, 29-36
"La insondable sabiduría de Dios"
"²⁹Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables. ³⁰Así como ustedes antes desobedecieron a Dios, y ahora, por la desobediencia de ellos, han alcanzado la misericordia, ³¹de la misma manera, ellos ahora se niegan a creer, para que, por la misericordia que ustedes han alcanzado, también ellos alcancen la misericordia. ³²Porque Dios nos encerró a todos en la desobediencia, para ejercer su misericordia con todos. ³³¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué indescifrables sus caminos! ³⁴«¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? ³⁵¿Quién le dio algo primero, para que tenga derecho a ser retribuido?». ³⁶De él, por él y para él son todas las cosas. ¡A él sea la gloria por los siglos! Amén."
Contexto
Este pasaje es la culminación y el broche de oro de una larga y compleja reflexión del apóstol Pablo (que abarca los capítulos 9, 10 y 11 de la carta) sobre el misterio del pueblo de Israel en el plan de salvación de Dios. Pablo ha estado lidiando con una pregunta dolorosa: ¿Cómo es posible que la mayoría de su propio pueblo, el elegido por Dios, haya rechazado a Jesús como Mesías? Tras argumentar que esta situación ha permitido la entrada masiva de los no judíos (los gentiles) a la fe, y que al final Dios no ha abandonado a su pueblo, Pablo abandona el razonamiento teológico y estalla en este himno de alabanza. Es el punto donde la lógica humana se detiene y solo queda el asombro y la adoración ante la sabiduría divina.
Tema Central
El tema central es la adoración reverente ante la incomprensible sabiduría y misericordia del plan de Dios. Pablo concluye que los caminos de Dios son "insondables" e "indescifrables". Dios, en su misterioso plan, ha permitido la desobediencia tanto de los gentiles como de los judíos con un propósito final superior: derramar su misericordia sobre todos, sin excepción. La fidelidad de Dios (sus dones y su llamado son irrevocables) triunfa sobre la infidelidad humana. El pasaje nos lleva de la lógica de la retribución ("quién le dio algo primero") a la lógica de la pura gracia: todo viene de Dios y todo vuelve a Él.
Aplicación a nuestra actualidad
Vivimos en una época que exige explicaciones para todo. Queremos entender el porqué de cada suceso, controlar los resultados y tener un mapa claro del futuro. Este texto es una poderosa invitación a la humildad y a la confianza. Nos recuerda que habrá siempre aspectos del plan de Dios, en nuestra vida personal y en la historia del mundo, que superarán nuestra capacidad de comprensión.
La invitación es a soltar la necesidad de tener todas las respuestas. Cuando nos enfrentamos al sufrimiento que no entendemos, a las injusticias que nos desconciertan o a los caminos sinuosos de nuestra propia vida, este pasaje nos anima a no caer en la desesperación o la amargura, sino a inclinarnos con asombro, como Pablo. Nos llama a confiar en que, incluso a través de lo que parece un error, un fracaso o una "desobediencia", Dios está tejiendo un plan de misericordia. Es un ejercicio de abandono, de dejar de intentar ser los "consejeros" de Dios para aceptar nuestra condición de criaturas que reciben todo de Él, por Él y para Él.
Preguntas para la reflexión
¿Ante qué situaciones de mi vida o del mundo me siento tentado a cuestionar la sabiduría o la bondad de Dios porque no las entiendo?
¿Puedo identificar en mi historia personal algún momento en que un evento negativo o un error terminó siendo, por la gracia de Dios, una fuente de crecimiento o de misericordia?
¿Qué significa para mí, en la práctica, pasar de una actitud de querer entenderlo todo a una actitud de adoración y confianza en los "insondables designios" de Dios?
¿Cómo puedo cultivar en mi oración diaria un mayor sentido de asombro y gratitud por un Dios cuyos caminos están tan por encima de los míos?
Oración
Oh Dios, cuya sabiduría es un abismo de riqueza, me rindo ante el misterio de tus caminos. Perdona mi soberbia cuando intento medir tus planes con mi lógica limitada. Ayúdame a confiar en que, aunque no entienda, tu plan final es siempre de misericordia. Que mi vida no sea un constante preguntar, sino un continuo acto de alabanza, reconociendo que todo viene de ti, todo es sostenido por ti y todo tiende hacia ti. A ti la gloria por los siglos. Amén.