Para despedirnos y finalizar nuestro retiro invocamos al Espíritu Santo que nos acompañe en esta misión que sentimos nuestra.
Pedimos que Dios bendiga lo que vamos a emprender, nos bendiga a nosotros ya quienes se verán afectados por nuestro trabajo.
Hacemos un gesto de imposición de manos, de pie, formando un círculo, extendiendo las manos entre nosotros o poniendo nuestra mano derecha en el hombro izquierdo del otro. Si estamos solos, nos hincamos y agachamos nuestra cabeza ante un cirio que refleje a Jesús resucitado .
Podemos decir, por ejemplo:
Que el Señor nos bendiga, … nos anime, … nos acompañe … y nos muestre el camino para hacer su voluntad …. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Amén
A.M.D.G.