Domingo 29 de enero de 2023. Cuarto del Tiempo Ordinario. San Valerio

Mateo 5,1-12a

«Estén alegres; su recompensa será grande».

1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
3 "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
4 Felices los afligidos, porque serán consolados.
5 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
8 Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.

Reflexión.

Imaginemos la escena ... la multitud, ... nosotros entre ellos, ... A Jesús, ... su voz fuerte y clara. ... Reflexionemos cada una de las bienaventuranzas, ... ¿En cuáles de los grupos nos sentimos más identificado? ¿porqué? … ¿En cuáles menos identificado?, .... ¿porqué? … ¿qué es lo que menos entendemos de ellas? ... ¿qué querrán decir? … ¿cuáles nos quedan más claras?

Coloquio.

Señor, nos presentas la meta, lo que lograremos: Vivir en el Reino de los cielos, consolados, heredando la tierra entera, con justicia y perdonados. Viviremos junto al Padre eternamente. ¡Que buena noticia y promesa!. Con esa meta, a vivir con alma de pobre, animados y esperanzados ante las penas y problemas que nos aquejan, pacientes, perdonando y amando, buscando la paz y la justicia, dando testimonio de Ti, Señor Jesús, con coraje porque a muchos les parecerá absurdo y no entenderán nuestra fe en Ti. Amén.