Viernes 16 de junio de 2023. San Aurelio 
Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

Mateo 11,25-30

Has revelado estas cosas a la gente sencilla

25 En aquel tiempo, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. 26 Sí, Padre, porque así lo has querido. 27 Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. 29 Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga liviana'.

Reflexión.

Recordemos aquellos momentos que hemos sentido al Señor presente, … cuando hemos tenido una experiencia de Dios, cuando ha hecho brotar sentimientos independientes de lo que hemos estudiado y aprendido … Cuando hemos sentido que Dios nos ama … ¿Cómo podríamos describir esos momentos? …  ¿Ha sido por nuestra gran sabiduría? … Demos gracias a Jesús por transmitirnos su mensaje directamente a nuestro corazón

¿Cuáles son nuestros problemas? … ¿qué nos cuesta aceptar? ... Pongámosle nombres ... ¿son personas? … ¿son situaciones? … ¿Son cosas? … Traigámoslas a nuestra oración.  … Presentémoselas al Señor … son las “cargas” de nuestra vida. ... Aquí están ... Nos agobian ... No nos dejan vivir. Nos complican. Alivia nuestra vida Señor.  ...   Gracias Dios nuestro

Coloquio.

Te damos gracias, Jesús, por haber confiado en nosotros, con nuestras limitaciones y nuestra historia. Gracias por traernos la buena noticia del amor incondicional del Padre. Gracias, porque no nos has elegido ni por lo que sabemos ni por méritos propios, sino que simplemente porque has querido. Porque nos amas y confías en nosotros. Ayúdanos a no defraudarte, a cumplir con la misión encomendada para mayor gloria de Dios Padre.

Gracias, Señor, por invitarnos a estar contigo. Gracias por reconocer nuestro cansancio, nuestras aflicciones y nuestro agobio. Gracias por aliviar nuestras tensiones e invitarnos a descansar en ti. Con gusto nos unimos a ti, porque contigo caminamos más libres y descansados. Ayúdanos a vivir con tu humildad de corazón y con ello ser más felices y disfrutar de esta vida, regalo tuyo. Ayúdanos a ser pacientes cormo tu y con ello vivir más en paz, disfrutando de una existencia plena que se prolonga eternamente en el tiempo, siempre de la mano tuya. Gracias, Señor