Sábado 16 de marzo de 2024. San Heriberto

Juan 7,40-53

"Este es verdaderamente el Profeta". … "Este es el Mesías".

40 Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: "Este es verdaderamente el Profeta". 41 Otros decían: "Este es el Mesías". Pero otros preguntaban: "¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea? 42 ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?". 43 Y por causa de él, se produjo una división entre la gente. 44 Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él. 45 Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?". 46 Ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre". 47 Los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar? 48 ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él? 49 En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita". 50 Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo: 51 "¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?". 52 Le respondieron: "¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta". 53 Y cada uno regresó a su casa.

Reflexión.

La enseñanza de Jesús divide a nuestra sociedad … parece justa … se siente como verdadera … pero afecta a quienes tienen poder y divide … ¿qué es lo que más complica en nuestros días del mensaje de Jesús? … ¿qué palabras de El son más resistidas en nuestro tiempo por quienes están en los lugares de privilegio? … ¿solidaridad? … ¿liberación? … ¿servicio? … ¿misericordia? … ¿amor? … ¿porqué sentimos nosotros  que el evangelio provoca tanto cuando se trata de vivirlo intensamente?

Coloquio.

Señor, ayúdanos a tener el coraje de seguir tus valores frente a los poderosos, como tu lo hiciste. Danos la fuerza de proclamar y vivir tu evangelio en lo cotidiano, como tu lo hiciste. Que nuestra vida sea un continuo actuar en torno a la solidaridad, la fraternidad, el servicio y la misericordia. Ayúdanos a centrar nuestras decisiones en el amor al prójimo. Ayúdanos a liberarnos de las ataduras que provoca el egoísmo, el rencor y el individualismo.  Esta forma de vivir molestará a los poderosos, a los que tienen el poder económico y social. Molestará a los que individualmente tienen privilegios y también a los que adquieren poder al actuar en grupos. Molestará a los personajes públicos con poder que reconocemos por los medios y también a los poderosos anónimos, de quienes no conocemos sus rostros. Danos el coraje, Señor, de seguir nuestra misión de anunciar el Reino entre nosotros, aunque ello nos cueste ponernos en contra de los poderosos. Ayúdanos a hacer de nuestra sociedad, el sueño del Padre para nuestro colectivo. Amén