Reflexión.

Recordemos aquellos momentos en que nos hemos sentido muy cerca del Señor … ¿eran momentos de tristeza o alegría? … Con Jesús a nuestro lado ¿han sido momentos de privaciones o de vida plena? … Recordemos cuando hemos estado lejos de El, tratando de arreglar nuestra vida solos … desolados … Comparémoslo … Analicemos ahora nuestro estado actual … ¿estamos consolados con El o desolados, lejos de Dios? … Si estamos consolados, damos gracias y avanzamos en los proyectos que sentimos Dios nos pide. Si estamos desolados, pedimos para salir de ese estado y acercarnos más a Dios.

Coloquio.

Señor, estar contigo, sentirte cerca es como estar de fiesta con el novio de la boda. Contigo, nuestra vida es plena. Contigo sentimos la paz de la fraternidad, de la caridad y de la misericordia con todas las otras virtudes. Cuando nos alejamos de Ti surgen los egoísmos, los rencores, las envidias y tantos otros vicios.  Ayúdanos a vivir siempre contigo y nuestra vida será una fiesta permanente, plenos de alegría. Líbranos de alejarnos de ti, porque allí nuestra existencia será un luto angustiante. Gracias, Señor, por aceptarnos en tu equipo evangelizador.