Miércoles 27 de marzo de 2024. Miércoles Santo. San Ruperto

Mateo 26, 14-25.

"¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?".

14 Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes 15 y les dijo: "¿Cuánto me darán si se lo entrego?". Y resolvieron darle treinta monedas de plata. 16 Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.17 El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: "¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?". 18 Él respondió: "Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: "El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"". 19 Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. 20 Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce 21 y, mientras comían, Jesús les dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará". 22 Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo, Señor?". 23 Él respondió: "El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar. 24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!". 25 Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: "¿Seré yo, Maestro?". "Tú lo has dicho", le respondió Jesús.

Reflexión.

¿Seré yo ...?  ¿Qué acciones u omisiones en nuestra vida equivalen a entregar a Jesús, negarlo o usarlo en beneficio personal? … ¿Seré yo ..? ¿Cuándo hemos usado a Jesús para tener mejores posiciones? …  ... ¿Seré yo? … ¿Habremos traicionado a Jesús encarnado en algunos de nuestros hermanos? … ¿qué hacer para evitarlo...?  En este miércoles de semana santa, en que en nuestras diócesis se celebra la misa crismal, elevamos al Señor una oración especial por nuestros amigos sacerdotes, aquellos que se la juegan por los más necesitados, aquellos que dan su vida por el evangelio, los que nos enorgullecen, los que con humildad y servicio cumplen con la voluntad de Dios. Gracias por acompañarnos, gracias por su perseverancia. Juntos construiremos el Reino. Pensemos en aquellos sacerdotes más cercanos. … En silencio pronunciemos sus nombres. … Se los presentamos al Señor en esta semana tan especial

Coloquio.

Señor, has sufrido la traición de alguien muy cercano en tu equipo. Ayúdanos a resistir la tentación, a no traicionarte ni a tu proyecto. Que no sucumbamos a la codicia, sino que seamos más generosos. Que no caigamos en el egoísmo, sino que seamos más solidarios. Que no alberguemos rencor, sino que seamos más amorosos. Que no busquemos venganza, sino que seamos más misericordiosos. Que no nos aislemos en el individualismo, sino que seamos más fraternales. Ayúdanos a mantenerte fiel, Señor. Amén.