Reflexión.

¿En qué ocasiones podríamos haber incitado a otra persona a ofender a Dios? … Si encontramos alguna, pidámosle a Dios que nos perdone. … Recordemos aquellas veces que sentimos que alguien nos ofendió … ¿Quién?  … ¿Cuándo?  … ¿Cómo?  … ¿Cómo reaccionamos?  ¿Nos pidió perdón?    ¿Hemos podido perdonarlo(a) de verdad, de corazón?  …  ¿podríamos perdonarlo(a) nuevamente?   … ¿hasta cuántas veces dura nuestra tolerancia? …   ¿difícil?   Para el Señor con fe todo es posible. ¿Cómo anda nuestra fe?   …  ¿En qué está débil nuestra fe?  ¿En qué está fuerte?  ¿Cómo se nota lo uno y lo otro?.  Igual que los apóstoles, le pedimos hoy  a Jesús: ¡Señor, auméntanos la fe!

Coloquio.

Señor Jesús, contemplamos nuestro  entorno y encontramos tantos escándalos, tanta decepción por ellos. En distintos ámbitos. En la política, en los negocios, en las discriminaciones, en los abusos de poder, de conciencia y sexuales. Tanta gente frágil que es aplastada por quienes tienen poder. Poder gubernamental, político, económico, social e incluso eclesial.  Ayúdanos, Señor, no tan solo a no caer en esos abusos, sino que ayúdanos a no ser cómplices con el silencio o el encubrimiento de esos escándalos. Ayúdanos a ser capaces de denunciarlos con fuerza, que podamos ser voz de los que  no tienen voz, profetas que llevemos tu mensaje a todos y todas. Como los apóstoles, también te pedimos que aumentes nuestra fe para hacer de esta cruzada anti escándalos nuestro modo de vivir y proceder. Amén