Reflexión.

¿Cuáles son nuestras obras? … ¿Cuándo hemos sentido que realmente hemos hecho lo que Dios quiere que hagamos? … ¿Cuándo hemos seguido nuestros propios caprichos? … Comparamos lo que sentimos en ambos casos … siguiendo la voluntad del Señor (en aquellas cosas y personas donde hay más amor y misericordia) versus siguiendo mis propios deseos (orientados hacia mí, un poco más egoístas).  ¿Qué sentimos? …

Coloquio.

Señor, nos invitas a vivir  con sabiduría evangélica y que se notará por la forma en que actuemos, por nuestras obras. Ayúdanos a seguirte mejor, amando y perdonando siempre. Que el servicio y la solidaridad sean nuestro estilo de vida.  Que no nos dejemos tentar por el egoísmo y el rencor que nos divide y nos enfrenta. Que predomine en nosotros el perdón ante quienes actúan mal, ante quienes nos ofenden personal y socialmente. Que propiciemos entre nosotros la fraternidad, la ayuda mutua y el servicio de los unos a los otros. Que tu vida  Jesús,  nos inspire para seguirte más y mejor. Amén