Martes 20 de junio de 2023. San Florentino

Mateo 5. 43-48

Amen a sus enemigos

43 Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; 45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? 47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? 48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo

Reflexión.

¿Quiénes son nuestros enemigos? ... Identifiquémoslos... Traigámoslos  a nuestra  memoria. Pronunciemos sus nombres … recordemos sus rostros … los que nos han hecho daño … los que son nuestros contrarios … ¿Cuáles son sus carencias?  … ¿Cuáles serán sus problemas? … ¿Porqué serán así?  … ¿Qué le podemos pedir al Señor que haga por cada uno de ellos? …Conversemos con Dios sobre ellos, pidamos por ellos, por lo que pueden necesitar, independiente de lo que nos han hecho a nosotros.

Coloquio.

Señor, ayúdanos a reconocer en todos y todas, tu presencia. Ayúdanos a sentir que todos somos hijos e hijas del mismo Padre Dios. Algunos de ellos son personas que nos caen bien y nos han ayudados tanto que amarles nos es natural. Pero hay otros que nos cuesta tanto mirarlos con bondad, porque nos han dañado, hemos sentido de ellos la mala intención en contra nuestra. Y tú nos pides que les amemos, Ayúdanos, Señor a no pagar mal por mal, ayúdanos a desearle bien a quienes nos han hecho mal. Ayúdanos a que nuestra oración les incluya, a que nuestras intenciones no incluyan la venganza contra ellos y ellas. Ayúdanos a que podamos ir sanando en nosotros el resentimiento, cualquiera que sea su falta personal o colectiva. Con algunos nos cuesta más que con otros, pero con tu ayuda podremos y de una mirada un poco más caritativa hacia nuestros enemigos, surgirá el perdón que tú anhelas de nosotros y nuestra sociedad será más fraterna y misericordiosa. Más cerca del Reino que tú, Señor Jesús viniste a anunciar. El Reino del Padre. Envíanos a tu Santo Espíritu para que anidado en nuestro corazón, podamos perdonar de verdad a nuestros enemigos. Gracias, Señor.