Lunes 8 de mayo de 2023. Nuestra Sra. de Luján

Juan 14,21-26

El Defensor les ensenará todo

21 El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él". 22 Judas –no el Iscariote– le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?". 23 Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. 24 El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.

Reflexión.

Recordemos nuestras experiencias de Dios … ¿Cuándo hemos sentido que Jesús se nos ha mostrado personalmente? … ¿Con quién? … ¿En qué circunstancia? … ¿Qué del mensaje evangélico estaba presente en esos momentos? … ¿Cómo volver a repetir esa acción que nos acercó al Señor? … ¿con quién? … ¿Cómo?

Coloquio.

Señor Jesús, nosotros hemos recibido el mensaje de Buena Noticia que es tu evangelio. Ayúdanos a cumplirlo en nuestras vidas como un mandamiento tuyo. Que vivamos amando, perdonando y sirviendo como tú nos has enseñado. De esta forma estaremos demostrando que te amamos, porque hacemos lo que tú nos pides, lo que tú y el Padre quieren.  Si seguimos tu evangelio, estaremos haciendo la voluntad del Padre y de esa forma El Padre y Tu, Jesús habitarán en nuestro interior. Necesitamos de tu ayuda, porque somos frágiles y podemos perdernos en el camino con las tentaciones cotidianas que nos manda el espíritu del engaño. Confiamos que Tu y el Padre nos han enviado al Espíritu Santo quien habita en cada uno de nosotros como presencia viva de la divinidad actuando en nuestras vidas. Gracias, Señor. Ayúdanos a siempre reconocer las insinuaciones de tu Santo Espíritu y con ello vivir más plenamente y terminada nuestra misión en este mundo, seguir viviendo contigo y el Padre por toda la eternidad. Amén