Martes 4 de octubre de 2022. San Francisco de Asís

Lucas 10. 38-42

María escogió la mejor parte

38 Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. 39 Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. 40 Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". 41 Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas. 42 Sin embargo, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".

Reflexión.

Contemplemos nuestra vida actual … ¿no está llena de afanes? … ¿no está llena de preocupaciones? … ¿No es estresante? ¿No va demasiado rápida? … ¿Cuánto tiempo le dedicamos a la oración … a regalonear con el Señor … a escuchar su palabra? … ¿Qué cambio podemos hacer en nuestra vida cotidiana para darle un poco más de espacio a este contacto con Dios? … Ayúdanos Señor a ser un poco más María y elegir la mejor parte. Lo que nadie puede quitarnos. ¡Gracias Señor!

Coloquio.

Señor Jesús, cuantas veces nos pasa como a Marta que dedicamos nuestra vida a lo que tenemos que hacer, a los quehaceres de la casa, del trabajo, de la comunidad. Nos inquietamos y agitamos por muchas cosas y en ello se nos va la existencia. Ayúdanos a ser como su hermana María que eligió la mejor parte, que no le será quitada. Eligió hacer lo que quería, más que hacer lo que tenía que hacer. Y su elección era contigo, Señor Jesús. Ayúdanos a vivir contigo, buscando la voluntad del Padre para dedicarnos a ello: a hacer la voluntad de Dios. Ayúdanos a encontrar lo que queremos y que ojala eso pueda coincidir con lo que tenemos que hacer o al menos a encontrar la forma de que se compatibilicen ambas cosas y podamos hacer lo que queremos sin descuidar lo que tenemos que hacer también. Ayúdanos, para aclararnos y cuando nos preguntes "¿A donde vas y a qué?" tengamos una respuesta que nos salga del corazón y que nos entusiasme para dedicarle a ello la vida. Amén