Mateo 12. 14-21

Lo seguían muchos y sanaba a todos

 14 En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él.15 Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos. 16 Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, 17 para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:  18 Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones.19 No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas.20 No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia;21 y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre

Reflexión.

Recordemos las veces en que el Señor ha actuado en nosotros. ... Cuando lo hemos seguido, ... cuando hemos creído en El y nos ha sanado de nuestras penas, ... de nuestras angustias. Contemplemos a Jesús... El es el siervo del Señor ... A El queremos seguir ... En El ponemos nuestra esperanza ... Se lo expresamos en una sencilla oración personal, ... con nuestras propias palabras, ... conversando con El como un amigo habla con otro amigo … con nuestra vida personal

Coloquio.

 Señor, Jesús. Tu eres el elegido por el Padre en quien el Señor tiene puesta toda su predilección. Junto al Padre y al Espíritu Santo nos comunicas la voluntad de Dios de que haya justicia en todas las naciones. Llegas silenciosamente para anidarte en nosotros. Para estar entre nosotros y así ir haciendo triunfar la justicia en nuestra sociedad. Un trabajo lento pero persistente que nos llena de esperanza de una vida más plena entre nosotros y de que finalmente triunfe el amor, la justicia y el perdón en nuestros países, en todos. Amén.