Reflexión.

Jesús quiere que tengamos una alegría perfecta … ¿Qué le pedimos a Dios para ser felices? … ¿Cuáles son nuestros anhelos en esta vida? … ¿en qué confiamos? … ¿cuáles son nuestras esperanzas?   Reflexionemos sobre el amor que tiene el Padre por nosotros, … el Padre nos  ama  … nos dejamos  llevar por eso … El nos ama … ¿Cómo y cuándo hemos sentido que nos ama Dios? … ¿Qué sentimos ante eso?   Se lo contamos al Señor en un breve coloquio, íntimo, personal … ¿qué le decimos?

Coloquio.

Señor Jesús, te despides de tus discípulos, pues vuelves al Padre y junto al Padre nos ayudas y estás con nosotros en la persona del Espíritu Santo. Saliste del Padre para comunicarnos la buena noticia de su amor incondicional y su infinita misericordia y vuelves a El. Cuando le pedimos al Padre, lo hacemos en tu nombre y el Padre nos concede porque sabe que te amamos y te seguimos. Gracias Jesús por amarnos tanto y cuidarnos. Contigo, nuestra vida es plena y nuestra alegría perfecta.