Miércoles 22 de junio de 2022. Santo Tomás Moro y Juan Fisher

Mateo 7, 15-20

Por sus frutos los conocerán

15 Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? 17 Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos. 19 Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. 20 Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán..

Reflexión.

Identifiquemos a quienes han querido ofrecernos una vida espiritual distinta a la del evangelio de Jesús. … Tanta oferta de meditación, relajación, interioridad … ¿Cómo es su mensaje? ¿Cuánto de amor, de perdón y de servicio a los otros hay allí? … ¿Cómo son sus obras? … ¿Son consecuentes con lo que predican? … Y nosotros ... ¿podríamos ser considerados falsos profetas? Recorramos nuestra vida diaria ...¿En qué momento nuestra fe y nuestras obras se contradicen? … Contemplemos la brecha que hay entre el mensaje del evangelio y nuestra vida. … ¿qué nos falta de lo que nos pide Jesús? … ¿Por dónde podemos partir corrigiendo? … Lo conversamos con el Señor... y nos ponemos en camino... Por nuestras obras nos reconocerán.

Coloquio.

Señor Jesús, nos alertas de cuidarnos de seguir a falsos profetas, enviados del demonio que nos tratarán de encantar con atractivas promesas y seductoras insinuaciones que no nos conducen al centro de tu Evangelio. Probablemente nos mostrarán riquezas y honores, que nos amemos a nosotros antes que a otros, que nos cuidemos en lugar de entregarnos, que tratemos de ganar y dominar para que nos sirvan. ¿Qué fruto producen esas actitudes?. Estrés, resentimiento, odiosidades, desencuentros, envidias. Ayúdanos, Señor, para seguirte a ti en nuestra vida cotidiana, ayúdanos a construir el Reino, ayudando, consolando, sirviendo, amando y perdonando porque con ello tendremos como frutos: paz, alegría, vida eterna. Por los frutos reconoceremos a quien seguir. A ti, Señor, solo a Ti. Amén