Reflexión.

Jesús nos envía a actuar en el mundo, … en lo cotidiano, … en nuestro trabajo, … en nuestros estudios, … en nuestro barrio, en nuestro grupo de amigos, en nuestra familia, en nuestra casa, etc. … ¿A qué nos sentimos enviados? … ¿qué querrá el Señor que hagamos? … ¿Qué cosas concretas?  … Jesús habla siempre de amor, de perdón y de servicio ¿a quiénes podemos amar más, a quiénes necesitamos perdonarles, ¿quiénes pueden necesitar de nuestro servicio, a quiénes podemos ayudar? … Por allí puede estar el envío de Jesús …  ¿cómo llevarlo a cabo concretamente? … 

Coloquio.

Gracias, Señor Jesús por orar con el Padre por nosotros. Gracias, por pedirle que nos cuide. Gracias por pedirle que seamos uno contigo y en El. Gracias, por desear que nuestro gozo sea perfecto como el tuyo con el Padre. Gracias por pedirle que nos proteja del maligno. Nos envías a anunciar el Reino en el mundo, así como tu lo hiciste. Gracias por consagrarnos en la verdad, en tu verdad. Porque tu eres la verdad, tú eres el camino hacia el Padre y tu eres la vida, la vida eterna. Amén.