Miércoles 24 de abril de 2024. San Fidel de Sigmarigen

Juan 12,44-50

Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.

44 Jesús exclamó: "El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. 45 Y el que me ve, ve al que me envió. 46 Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. 47 Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo. 48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día. 49 Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; 50 y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó".

Reflexión.

Contemplemos nuestra vida pasada, … nuestros momentos de angustia, … de soledad, … de falta de fe. … Recordemos cuando hemos tratado de vivir sin Jesús y cómo nos hemos sentido. … Recordemos también cuando Jesús ha irrumpido con su luz en nuestra vida. … Cuando la ha iluminado con la fe, … la esperanza y el amor. … Comparemos ambas situaciones …Comparemos nuestra vida iluminada con la noche oscura. … ¿qué nos nace decirle a nuestro amigo Jesús? … le conversamos como un amigo le habla a otro amigo … lo que sentimos …

Coloquio.

Señor Jesús, creemos en ti y con ello, creemos también en el Padre que te envió a traernos la luz que ilumina y disipa nuestras oscuridades. Contigo desaparecen las tinieblas de los miedos, las angustias y las penas. Contigo vencemos los egoísmos, las odiosidades y los desencuentros que nos apartan y nos tensionan. Queremos seguirte a ti y a tu proyecto de vida fraterna, solidaria y misericordiosa. Con ello, juntos podemos hacer realidad el sueño  del Padre: que nuestra sociedad sea un reflejo claro del Reino de Dios. Contigo, no tan solo seremos felices en este mundo, sino que además, de tu mano entraremos juntos a la eternidad a vivir por siempre contigo y el Padre. Amén