Viernes 10 de marzo de 2023. San Macario

Mateo 21.  33-43.45-46

Éste es el heredero: ¡matémoslos

33 Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. 34 Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. 35 Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. 36 El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. 37 Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: "Respetarán a mi hijo". 38 Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia". 39 Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?". 41 Le respondieron: "Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo". 42 Jesús agregó: "¿No han leído nunca en las Escrituras:  La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: ¿esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos? 43 Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos". 44 . 45 Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. 46 Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

Reflexión.

Contemplemos a quienes están a nuestro cuidado. Todos tenemos a alguien que de algún modo depende de nosotros, confía en nosotros, espera que nosotros le cuidemos. Están en nuestra familia, en nuestro círculo de amigos, en nuestro trabajo, en los estudios. …  ¿Quiénes son? … ¿Qué frutos espera el Señor de ellos? …  ¿Qué frutos se están produciendo en ellos? … ¿Cuándo hemos tenido la tentación de creer que esos frutos nos pertenecen? … ¿En qué momento nos hemos transformando en algunos aspectos gobernando sus vidas? … ¿Dirigiéndolos según nuestros principios o para nuestro beneficio?  …  ¿Cómo eliminar ese  fariseo que suele aparecer en nuestro  interior?   

Coloquio.

Señor, has puesto a nuestro cuidado una viña maravillosa: nuestra vida, la de las otras personas que conviven con nosotros y el mundo entero. Todo es tuyo, es tu Reino, el que nos confías. Ayúdanos para que seamos buenos viñadores y demos los frutos que tu esperas y sepamos ofrecértelos, porque te corresponden. Nuestra vida, nuestra libertad, nuestra memoria, nuestra inteligencia, todo lo que tenemos son tu viña o frutos de tu viña. La justicia y el perdón, las relaciones fraternas, el amor y el servicio es lo que esperas cosechar y que se multipliquen entre nosotros. Ayúdanos, Señor, a ser buenos viñadores, a dar el fruto que tu esperas. Gracias por confiar en nosotros, gracias por amarnos tanto. No te defraudaremos. Con tu ayuda podremos ser viñadores fieles y justos. Amén.