Reflexión.

Meditemos sobre este texto. ¿qué sentimos ante el amor de un Padre que nos quiere tanto que nos envía a Jesús, su Hijo, ¿para que creamos en la vida eterna? … Meditemos sobre esta imagen de Jesús que es más abogado nuestro que juez. ... ¿qué sentimos? … Repasemos lo que hacemos por la vida, nuestras obras, las buenas y las malas. Las que son luminosas y las que son tenebrosas. Le presentamos hoy al Señor nuestras obras, ... nuestra vida dedicada a extender el Reino. Le pedimos ser parte de su equipo.... le pedimos poder identificar nuestras acciones como hechas por Dios. …  Repasémoslas nuevamente… ¿Están iluminadas por el evangelio? … ¿Cómo se da eso? … ¿cómo podemos probar que nuestra vida es manifestación de la Buena Noticia de Jesús?

Coloquio.

Gracias, Señor por amarnos tanto, Gracias, porque en tu mor infinito nos has regalado la paz y la libertad. Nos dejas libres para decidir nuestros actos. En medio de nuestras oscuridades,  nuestros miedos, nuestras angustias, dolores y desolaciones, por amor nos has enviado a Jesús para iluminar nuestra existencia. Gracias, Señor, por encarnarte en Jesús de Nazareth, que con su vida, sus valores nos ilumina en un camino de vida fraterna y solidaria. Nos enseña a ser misericordiosos y por sobre todo a amarnos. Gracias por confirmar su enseñanza con su resurrección. Somos libres de elegir. Ayúdanos, Señor, a elegir por tu luz y así vencer la oscuridad del egoísmo y los rencores. Gracias por amarnos tanto. Gracias, Señor.