Martes 18 de abril 2023.  San Wladimir

Juan 3. 7-15.

Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo

7 No te extrañes de que te haya dicho: "Ustedes tienen que renacer de lo alto". 8 El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu". 9 "¿Cómo es posible todo esto?", le volvió a preguntar Nicodemo. 10 Jesús le respondió: "¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? 11 Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. 12 Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? 13 Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. 14 De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, 15 para que todos los que creen en él tengan Vida eterna..

Reflexión.

La resurrección va contra la lógica humana. ... No se entiende desde la biología o la física… la resurrección es la experiencia misma de Cristo vivo en nuestra vida… no se entiende… se siente.  Los apóstoles fueron testigos del Cristo resucitado mismo.  ... ¿Qué testimonio de Cristo resucitado podemos dar nosotros?... ¿dónde hemos visto a Cristo resucitado en nuestro entorno? ... ¿En qué personas? ... ¿En qué situaciones?  … ¿qué sentimos al percatarnos que es Cristo mismo entre nosotros nuevamente?

Coloquio.

Señor Jesús, gracias por hacerte presente entre nosotros, gracias por aparecerte en nuestras vidas resucitado. Gracias porque estás presente en todas esa personas que practican tu enseñanza. Gracias por quienes nos aman y nos perdonan, por quienes quieren nuestro bien y nos ayudan. Allí estás tu, resucitado. Gracias por las señales de solidaridad y fraternidad que percibimos entre nosotros.  Allí estás tú, resucitado. Ayúdanos a seguirte en este camino tuyo y así poder dar testimonio de que tu evangelio no murió en la cruz, sino que vive entre nosotros, resucitado. Amén.