Jueves 16 de junio de 2022. San Aurelio

Mateo 6. 7-15

Ustedes oren así

7 Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. 8 No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. 9 Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, 10 que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. 11 Danos hoy nuestro pan de cada día. 12 Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. 13 No caigamos en tentación, sino líbranos del mal. 14 Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. 15 Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

Reflexión.

Repitamos lentamente, frase por frase el Padre Nuestro. ¿qué nos dice hoy? ¿cuáles de ellas reflejan más nuestros anhelos de hoy? … ¿Qué faltas personales quisiéramos fueran perdonadas hoy por el Señor? … ¿Qué debemos perdonar a nuestros hermanos? … ¿qué petición personal le agregaríamos a nuestro Padre Nuestro? … Lo rezamos nuevamente con esa modificación personal y confiamos en el Señor.

Coloquio.

Jesús, maestro. Nos enseñaste a conversar con Dios. Nos invitas a llamarle cariñosamente "Papito querido". Nos explicas que El sabe muy bien lo que necesitamos, pero que no dejemos de pedirle lo que sentimos nos hace falta. Tu, Jesús, viniste a anunciarnos el Reino del Padre. ¡como nos gustaría estar ya disfrutando de ese Reino entre nosotros!. Vivimos buscando tu voluntad para ponerla en práctica. Tenemos carencias, materiales y espirituales, ayúdanos a que no nos falte el alimento del cuerpo y del alma. Somos débiles y nos caemos. Te pedimos perdón por nuestras caídas, por aquellas veces que no hacemos lo que tu nos pides. Perdónanos, Señor. Por nuestro lado también perdonaremos a quienes nos han causado daño. No les desearemos el mal porque tu los amas tanto como a nosotros. Por ti, Señor, no les cobraremos sus faltas. Acompáñanos para que así no caigamos en los engaños del mal espíritu que solo quiere apartarnos de Ti. Con tu ayuda no lo logrará y junto a Ti lograremos avanzar en construir una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Amén